El pasado 18 de septiembre, The Driver Era hizo un regreso triunfal en la sala Razzmatazz de Barcelona con su gira “The X Girlfriend Tour“. Tras su exitoso paso por Madrid durante dos noches, Ross y Rocky Lynch trajeron a la capital catalana un espectáculo lleno de sorpresas, con un setlist que incluía tanto grandes éxitos como temas inéditos, y un público totalmente entregado.
La noche arrancó con fuerza con el tema inédito Touch, siguiendo con canciones como You Keep Me Up at Night y Back to You. La interacción entre los hermanos Lynch y el público fue constante, creando una atmósfera de cercanía y complicidad que hizo del concierto una experiencia inolvidable.
El setlist fue un recorrido por las diferentes etapas y sonidos de la banda, incluyendo canciones inéditas como Don’t Walk Away y I’ll Be There, que dieron un vistazo al prometedor futuro musical de The Driver Era. Momentos como la interpretación de Low por parte de Rocky, fusionada con Nobody Knows, demostraron la habilidad del dúo para experimentar con sus propios temas.
Uno de los momentos más íntimos de la noche fue cuando la banda entera interpretaron al piano Heart of Mine, un tema que, con su delicadeza y profundidad, trajo una pausa emocional en medio de un concierto predominantemente enérgico. A medida que la noche avanzaba, temas como Fantasy, Malibu y Heaven Angel mantuvieron al público con niveles altos de energía, mientras que Preacher Man desató la euforia colectiva, consolidándose como uno de los puntos más altos del concierto.
El cierre de la noche no pudo ser más épico con A Kiss, uno de los mayores éxitos del grupo. Esta canción desató una explosión de energía, dejando a los fans enloquecidos y pidiendo más. Pero antes de eso, Ross también regaló una sorpresa especial interpretando On My Own, una canción de su época en Teen Beach 2, que fue recibida con una ovación nostálgica por parte de sus seguidores más fieles.
Antes de que The Driver Era subieran al escenario, los teloneros Your Favorite Color y Almost Monday se encargaron de calentar el ambiente, haciendo que la sala Razzmatazz estuviera lista para la gran noche.
El concierto de The Driver Era en Barcelona fue una montaña rusa de emociones, con momentos de alta intensidad y otros de profunda conexión emocional. Ross y Rocky Lynch no solo demostraron su talento musical, sino también la conexión única que mantienen con su público, una conexión que promete seguir creciendo en los próximos años. La sala Razzmatazz fue testigo de una de esas noches que los fans de The Driver Era tardarán en olvidar.