El miércoles 10 de Julio dió inicio la séptima edición del Mad Cool, un festival que reunió a artistas de diversos estilos y renombre en los 6 escenarios del recinto de Iberdrola Music en la capital. A lo largo de cuatro días, 220.000 asistentes disfrutaron de la música y la atmósfera del evento. Los organizadores demostraron haber aprendido de experiencias previas, lo que se reflejó en una mejora significativa en comparación con ediciones anteriores, dejando a todos con un mejor sabor de boca.
Miércoles 10 Julio
En Recovery dimos comienzo a la jornada en el escenario Orange con Nothing But thieves, una de las bandas de rock alternativo más potentes del panorama musical. La noche en el DCC se llenó de energía y emoción cuando Nothing but Thieves subió al escenario con «Oh No: He said what?», haciendo que la multitud enloqueciera desde el primer momento. Con un sonido impecable, la banda continuó manteniendo a todos los presentes completamente cautivados. El momento álgido llegó cuando interpretaron «Is Everybody Going Crazy?», provocando un frenesí entre los asistentes que no paraban cantar. La intensidad no disminuyó, mantuvieron la energía en su punto más alto. El público fue sorprendido gratamente con la inclusión de la versión de Pixies de «Where Is My Mind?», que fue recibida con entusiasmo y coreada por todos. El concierto llegó a su clímax con «Amsterdam» y «Overcome», dejando a todos extasiados y con ganas de más.
Seguido de ello nos fuimos al escenario principal, el cual se iluminó con la presencia deslumbrante de Dua Lipa. Con un setlist cuidadosamente seleccionado, la cantante británica hizo vibrar a la multitud desde el primer momento. Comenzando con «Training Season», Dua Lipa demostró su poderío vocal y su carisma arrollador. El público estalló en júbilo cuando interpretó «One Kiss», un éxito que hizo bailar a todos al ritmo de su contagiosa energía. Con canciones como «Break My Heart» y «Levitating», mantuvo la intensidad y el glamour en todo momento, mostrando su versatilidad artística y su dominio del escenario. En el segundo set, temas como «Be the One» y «Love Again» emocionaron a los asistentes, mientras que en el tercero, hits como «Hallucinate» y «New Rules» hicieron que la multitud coreara cada palabra con pasión. El punto álgido llegó con las sorpresas: un explosivo cover de «Electricity» junto a un homenaje a Elton John con «Cold Heart», que dejaron boquiabiertos a todos los presentes. Para cerrar con broche de oro, regresó al escenario para un emotivo bis con «Happy for You», seguido de los himnos infalibles «Don’t Start Now» y «Houdini», dejando al público extasiado y pidiendo más. En resumen, fue un espectáculo inolvidable lleno de talento, energía y pura magia pop.
En el escenario Region of Madrid, se daría fin a la primera noche del festival. Donde tocarían Smashing Pumpkins, los cuales comenzaron con una energía arrolladora. Arrancaron con «The Everlasting Gaze», seguido de «Doomsday Clock» que hizo vibrar a la multitud. Sorprendiendo a todos, la banda interpretó una versión enérgica de «Zoo Station» de U2, mostrando su versatilidad musical. El público estalló en júbilo cuando sonaron los acordes inconfundibles de «Today», que mantuvo la intensidad del concierto. Luego, llegó el momento emotivo con «Tonight, Tonight», donde la voz de Billy Corgan resonaba en todo el recinto. La banda continuó deleitando a los fans con canciones como «Ava Adore», y «Bullet With Butterfly Wings», generando un ambiente nostálgico y emocionante. El setlist también incluyó temas que transportaron a la audiencia a diferentes épocas de la carrera de la banda. Para cerrar la noche, Smashing Pumpkins sorprendió a todos al incluir una interpretación magistral de la Fuga IV en Do menor de El Clave Bien Temperado, demostrando su maestría para fusionar diferentes estilos musicales.
Jueves 11 Julio
Al despuntar el segundo día, ajustamos con esmero nuestros calzados deportivos en previsión de los saltos y las carreras que daremos para ir de un escenario a otro.
En el escenario Mahou 0,0 a primera hora de la tarde tendríamos a Motxila 21, una banda española que ha conquistado los escenarios con su propuesta musical única y su mensaje de inclusión y diversidad. Conformada por músicos con y sin discapacidad intelectual, rompen barreras y estereotipos a través de su música vibrante y sus letras llenas de positividad. La energía contagiosa de la banda se transmite a todos los presentes, creando una conexión especial entre los músicos y su audiencia. Las letras de las canciones de Motxila 21 abordan temas universales como el amor, la amistad y la superación personal, transmitiendo un mensaje de esperanza y empoderamiento. La combinación de ritmos alegres y melodías pegajosas invita al público a bailar y cantar junto a la banda, creando un ambiente de celebración y camaradería. La banda demuestra que la música es un lenguaje universal que trasciende las diferencias y une a las personas en torno a una misma pasión, los conciertos.
A escasos metros al solazo estaba el escenario Orange esperando a Mando Diao. Arrancaron con «Frustration». El ambiente se volvió aún más electrizante con canciones como «Stop the Train», que hicieron vibrar a todos los presentes. El grupo no dejó de sorprender demostrando su versatilidad y talento musical. Con un sonido impecable interpretaron clásicos como «Down in the Past» y «Get Down», haciendo que el público coreara cada palabra. La intensidad no decayó, mantuvieron la energía en su punto más alto. Para cerrar el show en un tono festivo, Mando Diao interpretó su éxito indiscutible «Dance With Somebody», provocando una explosión de alegría y baile entre los asistentes. Con un espectáculo impoluto y un repertorio inolvidable, dejó a su audiencia extasiada y ansiosa por más. Sin duda un concierto para recordar.
Nos vamos corriendo al Region Of Madrid donde nos esperarían Keane, una banda británica de pop rock que ha cautivado a sus seguidores con su música emotiva y letras profundas. El concierto comenzó con la enérgica «Can’t Stop Now», seguida de la melódica «Silenced by the Night» que envolvió al público en una atmósfera nostálgica. Con canciones como «Bend and Break» y «Nothing in My Way», demostraron su habilidad para combinar melodías pegajosas con letras reflexivas. La audiencia se emocionó con temas como «Everybody’s Changing» y «Somewhere Only We Know», cantando cada palabra con pasión. Baladas como «This Is the Last Time» conmovieron los corazones de todos los presentes. Con un repertorio variado que incluyó tanto éxitos clásicos como nuevas canciones, demostraron una vez más por qué son una de las bandas más queridas en la escena. Su actuación fue impecable, llena de emoción. Sin duda, Keane sigue siendo una fuerza poderosa en la música contemporánea.
La noche dió comienzo poniendo dirección al escenario principal, para disfrutar de los míticos Pearl Jam. Hicieron vibrar a la multitud desde el principio con una mezcla de canciones clásicas y nuevas, incluyendo «Elderly Woman Behind the Counter in a Small Town», «Given to Fly» y «Scared of Fear». El concierto tomó un giro emocional cuando interpretaron «Daughter» con un fragmento de «W.M.A.. Eddie Vedder sorprendió a todos no solo con sus discursos en español (eso sí con una chuleta), sino al dedicar la canción «Unthought Known» a Javier Bardem. Durante el concierto, hubo algunos problemas técnicos que afectaron la calidad del sonido. Se notaba una fluctuación constante en el volumen, lo que dificultaba disfrutar plenamente de la música. Aún así la energía no disminuyó en el encore, donde la banda entregó versiones apasionadas de «Better Man», «Do the Evolution» y «Alive». El concierto culminó con una poderosa interpretación de «Rockin’ in the Free World» de Neil Young, seguida de la nostálgica y emotiva «Yellow Ledbetter».En resumen, Pearl Jam apesar de las dificultades no provenientes de ellos mismos ofrecieron una noche inolvidable y compromiso con su música y su audiencia.
Sin lugar a dudas, el punto culminante llegó a escasos minutos de la 1:00 de la madrugada en el escenario Región of Madrid. En mi opinión, el mejor directo, no solo de este día, sino de todo el festival, fue indiscutiblemente el de Greta Van Fleet. Fue una experiencia verdaderamente emocionante y memorable. Desde el momento en que comenzaron a tocar «The Falling Sky», el público quedó cautivado por la energía y la pasión que transmitían en el escenario. Con un setlist impecablemente seleccionado, la banda nos llevó en un viaje musical que incluyó éxitos como «Black Smoke Rising» y «Highway Tune». Cada canción resonaba con fuerza, transportándonos a un lugar donde la música era la única protagonista. Demostrando una madurez artística más allá de su corta trayectoria. La audiencia no podía contener su emoción ante cada nota, cada riff de guitarra y cada poderosa voz que resonaba, cerca de mí, pude observar la expresión emocionada en los ojos ligeramente llorosos y la sonrisa radiante de algunos de los asistentes. El momento culminante llegó con una versión extendida de «Runway Blues», donde la banda se lució con solos impresionantes. Fue un final épico para un concierto inolvidable que quedará grabado en la memoria de todos los presentes. En resumen, la actuación de Greta Van Fleet demostró por qué esta banda es considerada una de las promesas más brillantes del rock actual.
Viernes 12 Julio
Damos comienzo a la tercera jornada del festival en el escenario Orange. Donde estaría Tom Morello, el legendario guitarrista conocido por su trabajo con bandas como Rage Against the Machine, Audioslave y como solista bajo el nombre de The Nightwatchman. El show comenzó con la emotiva «Soldier in the Army of Love», en la que Tom estuvo acompañado por su hijo Roman Morello, creando una conexión especial con la audiencia desde el principio. Continuaron con «Vigilante Nocturno», una canción poderosa que estableció el tono para la noche. La energía se elevó cuando interpretaron una serie de éxitos de Rage Against the Machine. La multitud no pudo contener su emoción y empezaron los primeros pogos.
Tom también compartió algunas de sus canciones en solitario, como «One Man Revolution», «Secretariat» y «The Road I Must Travel», mostrando su versatilidad como artista y su compromiso con la justicia social a través de sus letras profundas. Uno de los mejores momentos llegó cuando Tom invitó al escenario a Thomas Raggi (guitarrista de Maneskin) para interpretar juntos el clásico de MC5, «Kick Out the Jams», seguido de un impresionante medley de canciones de Rage Against the Machine que hizo temblar el lugar. El concierto continuó con momentos emotivos, como la interpretación de «Like a Stone» de Audioslave y una poderosa versión de «The Ghost of Tom Joad» de Bruce Springsteen. Finalmente, cerraron la noche con un explosivo «Killing in the Name», en el que Roman Morello se unió nuevamente al escenario para desatar toda la furia y la energía acumulada. Para culminar esta increíble velada, sorprendió a todos con una versión apasionada de «Power to the People» de John Lennon, recordándonos a todos el poder transformador de la música y el mensaje de unidad y resistencia que siempre ha caracterizado su carrera.
La banda canadiense de pop punk y rock alternativo Sum 41 se encuentran en plena gira de despedida. A pesar de la melancolía asociada a su separación inminente, Sum 41 demostró por qué han sido una fuerza imparable en el escenario durante tantos años. Abrieron con un tridente explosivo de canciones: «Motivation», «The Hell Song» y «Over My Head (Better Off Dead)», que encendieron el ambiente y dieron inicio a pogos masivos por todas partes. El setlist fue un viaje por su carrera, con momentos de su faceta más metalera en «We’re All Too Blame» y «Rise Up», y su característico pop punk en «Underclass Hero» y «Walking Disaster». Los nuevos temas como «Landmines» y «Dopamine» se mezclaron con clásicos como «Makes No Difference», ofreciendo un repertorio que complació tanto a los fanáticos de siempre como a los nuevos seguidores.
Deryck Whibley, fiel a su estilo, mantuvo la energía alta con interacciones conocidas pero efectivas, como pedir al público que encendiera las luces de sus móviles durante «With Me» y sorprender con los riffs de «Smoke On The Water» y «Seven Nation Army» antes de «Pieces». La banda cerró con dos de sus mayores éxitos, «In Too Deep» y «Fat Lip», antes de despedirse definitivamente con «Still Waiting», dejando al público con una mezcla de euforia y nostalgia. Sum 41 se aseguró de que su paso por el Mad Cool 2024 fuera memorable, eso sí, tendremos una última ocasión de verles de nuevo en Madrid en noviembre junto a Neck Deep.
Último concierto de la noche, el momento más esperado de muchos: MANESKIN, la banda italiana que ha conquistado al mundo con su estilo único y su energía arrolladora. Ofreció un concierto inolvidable que dejó a los fans con ganas de más (no metafóricamente). El espectáculo comenzó con la potente «DON’T WANNA SLEEP», seguida de «GOSSIP» y «ZITTI E BUONI», canciones que pusieron de manifiesto la actitud desenfadada y rebelde de la banda. El público no paraba de saltar y cantar al ritmo de la música. La banda continuó deleitando a la audiencia con éxitos como «HONEY (ARE U COMING?)», «SUPERMODEL» y una enérgica interpretación de «GASOLINE» con un impresionante intro instrumental. La multitud estaba entregada, no podemos decir lo mismo de Damiano, al cual parecía faltarle su característica energía y actitud sobre el escenario. El concierto continuó con momentos memorables, como la interpretación de «MAMMAMIA» precedida por solos impresionantes de Ethan y Vic, así como la contagiosa «BLA BLA BLA» y «KOOL KIDS», en la que invitaron a fans al escenario para compartir el momento. Para el encore, Maneskin regresó al escenario para interpretar «THE LONELIEST», precedida por un emotivo solo de Thomas, y cerraron la noche con una electrizante versión de «I WANNA BE YOUR SLAVE» (por segunda vez tocada en la noche) dejando al público en un estado de desconcierto total.
Sábado 13 Julio
Bienvenidos al último día del festival Mad Cool. Después de tres días llenos de música, emoción y momentos inolvidables, nos preparamos para vivir una jornada épica que promete cerrar el evento por todo lo alto.
Primera hora de la tarde decidimos empezar en el escenario Mahou 0,0 donde estarían Sea Girls, la banda británica de indie rock del momento. Nos metemos bien en el papel y nos introducimos en la primera fila. Que menos, era la primera vez que tocaban en Madrid, a lo que hace mención Henry Camamile (vocalista) con mucha ilusión. Comenzaron su actuación con la «Midnight Butterflies» y «Violet», creando una atmósfera electrizante desde el primer momento. El público se entregó por completo cantando y saltando al ritmo de canciones como «Come Back to Me» y «Call Me Out». La banda demostró su talento indiscutible con interpretaciones apasionadas y llenas de carisma, manteniendo la energía en lo más alto durante todo el concierto. No podía faltar Rory dando saltos de un lado a otro del escenario con guitarra en mano, sin duda alguna consigue transmitir su pasión. «Do You Really Wanna Know?» y «Damage Done» resonaron en toda la carpa. El concierto culminó con «All I Want to Hear You Say», un himno indie que hizo que la multitud coreara a todo pulmón, creando un momento mágico de conexión entre la banda y sus seguidores. Sea Girls dejaron una impresión imborrable en el festival, deseamos que vuelvan a pisar la capital.
Llega uno de los momentos más esperados para una generación entera, en el escenario principal podíamos observar elementos decorativos como calaveras con lazitos y mucho rosa que evocan al estilo punk-rock más clásico del principio de los 2000. Todos los presentes llevábamos esperando ese momento no solo durante todo el festival, sino durante años ya que la artista llevaba sin pisar España más de una década. Estamos hablando de la reina del Punk-pop, Avril Lavigne. Desde el primer acorde de «Girlfriend», la energía en el recinto se disparó, y el público no tardó en unirse a la fiesta, cantando cada palabra con entusiasmo. Continuó con «What the Hell», donde Avril demostró su inconfundible carisma. La atmósfera se volvió aún más intensa cuando sonaron los acordes de «Complicated», un clásico que hizo que todos los presentes se sumergieran en recuerdos de su adolescencia. Con «Here’s to Never Growing Up», la banda logró capturar el espíritu rebelde y despreocupado que caracteriza a sus seguidores. Un momento especial llegó con un breve interludio titulado «Avril’s Eras», donde se proyectaron imágenes y clips de su evolución musical a lo largo de los años. Este homenaje a su trayectoria fue recibido con aplausos y vítores, recordando a todos por qué Avril es una figura icónica. Las emociones continuaron con «My Happy Ending», donde las letras resonaron profundamente entre los fans, creando un ambiente íntimo donde vimos alguna lágrima. La energía se mantuvo alta con «Don’t Tell Me» y «Losing Grip», dos temas que mostraron su lado más punk y auténtico. Uno de los momentos más destacados fue cuando David Immerman, el guitarrista, tomó el micrófono para interpretar las estrofas de blackbear en «Love It When You Hate Me». Esta colaboración inesperada sorprendió al público y añadió un toque fresco al setlist. Diría que el momento preferido de muchos sería el himno generacional «Sk8er Boi», que desató una ola de euforia entre los asistentes. Todos cantaban al unísono, creando una conexión mágica entre Avril y sus fans, como si el tiempo no hubiera pasado desde que esta canción se lanzó por primera vez. En resumen, el concierto fue una celebración vibrante de su carrera, un viaje nostálgico que llevó a los fans a través de sus mayores éxitos y momentos memorables.
Tras el subidón de Avril, nos dirigimos con ganas a disfrutar de otro de los platos fuertes de la noche, Bring Me The Horizon. Había muchísima expectación por ver el show de la que es una de las bandas de metal más en forma del panorama musical actual, que desplegó sobre el escenario Region Of Madrid toda su escenografía al completo. Sin embargo, un fallo en las pantallas del festival ensombreció su set desde el inicio, que comenzó más de veinte minutos tarde, tuvo que verse recortado en más de seis canciones y no pudo contar con los cuidados juegos visuales que el grupo británico ofrece con cada uno de sus temas. «No ha sido nuestra culpa, lo sentimos», se encargó de repetir Oliver Sykes un par de veces, que a pesar de las dificultades, volvió a derrochar carisma sobre el escenario y junto a sus compañeros de banda, volvió a demostrar que Bring Me The Horizon no tienen rival. La banda sí pudo dar rienda suelta a sus llamaradas y a su lluvia de confeti, que acompañaron a temazos como ‘Darkside’, ‘Amen’, ‘Lost’, ‘Kool-Aid’ o ‘Throne’. Esta última, como cierre, desató la locura entre los fans, aunque no consiguió disipar la decepción entre los asistentes por haber disfrutado de este grupo a medias, con un setlist recortado sin demasiadas explicaciones por parte del festival.
El festival llegaba a su fin, pusimos rumbo al último concierto de la noche. En el escenario Region Of Madrid nos esperarían The Kooks, un verdadero festín para los sentidos, una celebración de su sonido distintivo y su inconfundible energía. Desde el primer acorde de «Always Where I Need to Be» el setlist fluyó con maestría, llevando a los asistentes a través de una montaña rusa emocional. «Sofa Song» evocó recuerdos nostálgicos, mientras que «Eddie’s Gun» encendió la chispa del rock británico que característico de la banda. Con «She Moves in Her Own Way», la conexión entre la banda y el público se hizo palpable; las sonrisas y los bailes eran contagiosos. «Bad Habit» trajo consigo un aire más intenso, mientras que «Westside» ofreció un respiro melódico antes de sumergirse en el siguiente tema. Uno de los momentos más intrigantes de la noche fue cuando presentaron una nueva canción, posiblemente titulada «Sunny Baby». Aunque aún no había sido lanzada oficialmente, su frescura y energía resonaron entre los fans, dejando a todos ansiosos por escuchar más en el futuro. A medida que avanzaba el concierto, «Seaside» y «See the World» llevaron a la audiencia a un viaje introspectivo, recordando la esencia lírica que ha hecho de The Kooks una banda tan querida. La interpretación de «Do You Wanna» reavivó la energía del público antes de dar paso a «Matchbox», donde las guitarras brillaron con fuerza. El cierre llegó con «Around Town» y «Naïve» que realmente se desató una conexión colectiva; todos cantaban al unísono, creando un coro poderoso que resonaba desde las primeras filas hasta los últimos refagádos sentados en el suelo. La última nota resonó en el aire, y la multitud, aún vibrante por la música, comenzó a dispersarse lentamente, llevando consigo la energía y la emoción de un evento que había reunido a amantes de la música de todos los rincones. Con promesas de volver el próximo año, los asistentes se marcharon. Hasta la próxima vez, cuando la música vuelva a unirnos en un abrazo colectivo.
Fotos: @jameslomaxphoto