El artista santanderino se postula como la nueva promesa de la música urbana. A las puertas de que su disco debut vea la luz hablamos con Vik Faded, que nos abre las puertas a su mundo musical y propio.
Situamos los inicios de la carrera artística en plataformas digitales de Vik Faded en 2019, si bien su iniciación e interés por esta se remonta a 2013. «Cuando yo empecé no todo el mundo subía su música a Spotify», afirma. Salvo algunos artistas o bandas que ya llevaban una historia a cuestas y años generando ingresos y otros medianamente reconocidos, es cierto que el punto de partida de la música urbana empieza en plataformas más clandestinas como SoundCloud o visuales como YouTube. «En mi mundo las maquetas primero se subían a YouTube, ahí está mi primera canción de hace siete años, «Angel Caído» junto a Black, la primera persona que apostó por el proyecto», cuenta.
El camino de Vik Faded hasta ahora ha oscilado entre móviles llenos de notas demasiado personales, grabaciones de voz con un puñado de demos y «tablones en Tuenti y entradas de blogs escritas en forma de poesía» que datan de más de una década. Nacido y criado en Santander, Faded encontró rápidamente inspiración en grandes metrópolis como Madrid, donde reconoce que se puede «hacer buen arte sin rodearte de las influencias adecuadas», y la capital española le ha enseñado e introducido a más gente que le ha dotado de conocimientos que estando dos años en una clase de música en Cantabria. «Se trata de evolucionar y cambiar a mejor, cuando te estancas es cuando mueres», se muestra tajante.
Ha sido precisamente Madrid el denominador común que tienen las canciones que conforman «Thunder», su primer disco. Uno que ha venido presentado por el single «Fuel» -una preciosa entrega audiovisual con la playa de Maspalomas como principal protagonista- hace escasas semanas. Un cómputo de sentimientos que van desde la rabia hasta los desafíos personales o la soledad, características de una joven generación a la que Vik pertenece… Junto a otros artistas y bandas independientes que cada día luchan por hacerse un hueco en la industria dominada por grandes majors y corporaciones. Estas últimas, admite Vik, tienen sus ventajas, «a veces imperceptibles para otras personas e incluso los artistas (…) Ahora nos encontramos, y yo incluido, frente a un público hambriento de contenido y una industria musical que cuando intenta adaptarse, ya es demasiado tarde«, añade.
Para bien o para mal, las numerosas herramientas y departamentos que poseen las grandes discográficas y agencias se usan para dar una segunda vida a figuras musicales o influencers famosos que en su día triunfaron, sin darse cuenta de que «la música es una de las disciplinas más exigentes que hay», se lamenta el cantante. Es precisamente por esto último por lo que destaca Vik Faded: por la constancia, por no conformarse con aquello a lo que se puede llegar con el mínimo esfuerzo, y sobre todo, por ser brutalmente honesto y crítico. Tanto consigo mismo como con todo lo que le rodea. «Me he abierto tanto en «Thunder» que he descartado canciones por ser demasiado personales», se sincera. Pocas voces han servido de altavoz para alabar a su país, mostrar su descontento con algún ministerio o darle consejos a su yo de años atrás.
A los mandos de «Thunder» y todas las canciones que lo comprenden ha estado Quiroga, beatmaker de pegadizos ritmos en canciones de artistas como Nathy Peluso o Rels B, a quien conoció en una fiesta y la química fue instantánea: unos días después ya estaban reunidos en el estudio, donde Faded le mostró las más de 100 demos de las que ha partido «Thunder», algo que le llamó instantáneamente la atención. «Quiroga siempre ha sido un amante de los inicios de las carreras de grandes artistas, y aporta esa nueva visión más fresca del arte que han acabado reflejando las canciones que han terminado dentro del disco», explica.
Sin embargo, pese a que «Thunder» tiene canciones que hablan sobre lo más profundo de las entrañas de su protagonista, los oyentes deben saber que es precisamente de ahí de donde salen las mejores piezas. «Cuando esté frustrado, derrotado y absolutamente demolido por la vida… Ahí es cuando me verás haciendo una de mis canciones más sobresalientes», relata. Motivado por estos sentimientos y otros como la confianza, la autoestima o sus círculos personales -situaciones nada fáciles para los tiempos que corren-, Vik subraya la importancia que ha tenido en todo este proyecto Victoria Ochoa, a las riendas del proyecto como mánager, fotógrafa y videógrafa.
2024 promete para Vik Faded, que ya cuenta con experiencia sobre las tablas defendiendo su directo. Ante la eterna pregunta de «¿Qué podemos esperar de tu proyecto en los próximos meses?», su cabecilla no lo duda ni un instante: «Estoy deseando volver a subirme a un escenario y pasarlo increíble como siempre«, y nosotros no podemos esperar a que eso se materialice para vivirlo en persona.