Perderse una cita como la de La Élite en la capital andaluza, y más en una sala tan mítica como Malandar, debería ser un delito. Sin embargo, la sala no se llenó el pasado 28 de octubre, y nos parece un crimen por parte de los sevillanos no haber presenciado semejante locura de sonidos electrónicos, punk y puro desmadre.
El dúo de synth-punk confirmado por Nil Roig (Yung Prado) y David Burgués siempre sorprende en los festivales en los que les hemos visto, pero la experiencia en sala es todavía más personal, pese a que su interacción con el público sea igual de directa y entretenida. Con un discurso claramente reivindicador, el grupo no paraba de ofrecer un espectáculo desenfrendado y lleno de momentos para el recuerdo. Principalmente tocaron temas de su último álbum, Nuevo Punk, comenzando con Nuit Fulle y brillando especialmente en temas como Todos Me Miran Mal o Contento De Ser Feo. Sin embargo, no dejaron atrás sus inicios con el EP de Sorry Not Sorry, y una aparición estelar de Neo Hippie realmente divertida que hizo enloquecer a todo el público.
Pero lo que de verdad puso todo patas arriba fue claramente Bailando, su gran hit. Instaron a toda la sala a hacer un pasillo gigante (cosa que sucedió sin ningún tipo de duda) y hubo un tremendo choque entre bandos, por supuesto con su correspondiente pogo. También nos gustó bastante Vampireando, su último single junto a Hofe y 4:40 que resultó ser muy interesante en directo.
En resumen, ver a La Élite en directo siempre es una experiencia muy gratificante, llena de sudor, pogos, descontrol y puro amor por el punk y las nuevas corrientes. Consideramos que es un grupo nacional imprescindible de escuchar, y su energía nunca es poca pese a que vengan de la noche anterior con una resaca tremenda (no lo juzgamos nosotros, lo dijeron ellos). Esperamos que vuelvan pronto.