Y no porque lo diga una de sus canciones, que también. En la lluviosa tarde del 28 de octubre en la capital española, el frenesí futbolístico tras el tanto de Bellingham se contagiaba al espectro musical, con La Paqui (antigua sala BUT) recibiendo a la banda irlandesa en la última fecha de su gira europea, colgando el cartel de “entradas agotadas” en la puerta.
Elijah Hewson, Robert Keating, Josh Jenkinson y Ryan McMahon salían ante un escenario preparado previamente por Nieve Ella, que con un indie-pop muy suave y honesto, podría recordarnos a la hija predilecta (de tenerla) de Julien Baker o Phoebe Bridgers. Sin su banda alrededor y únicamente acompañada por su guitarrista, defendió las tablas del espacio madrileño con un poderoso directo y una hipnotizante voz que logró hacer pasar por alto los problemas técnicos cuando su guitarra dejó de funcionar.
A las nueve prometieron y a las nueve cumplieron. Inhaler, cuarteto dublinés conducido por el vocalista Elijah Hewson, salía al ritmo de los acordes de “Do I Wanna Know?” de Arctic Monkeys desvaneciéndose y el escenario tintándose de naranja para abrir el show con “These Are The Days” de su lanzamiento más reciente, “Cuts & Bruises” (Polydor Records, 2023) en un concierto a caballo entre este y su debut “It Won’t Always Be Like This” (Polydor Records, 2021)
Jugando en una liga superior en cuanto a apariencias se refiere, digamos que Inhaler se lo puede permitir. Haciendo equilibrios entre sus dos discos publicados, de la strokera “When It Breaks” o “Totally” a la repetitiva pero contagiosa “Valentine”, Inhaler se ha ganado a su público a base de un amplísimo rango vocal y musical por parte de su cabecilla, pero también por pegajosas melodías colocadas a propósito para ser chilladas, aquella noche y en su mayoría, por un público compuesto por mujeres con la mirada fija en cuatro puntos claros. Tampoco parecía importarles -más bien lo recibían con los brazos abiertos- los gestos chulescos y movimientos descarados de su frontman, cada cual desprendiendo más gotas de sudor que el anterior. Un joven de 24 años que, con una guitarra por batuta, anunciaba el turno de cortes como “My King Will Be Kind” y su alabado solo de guitarra a cargo de Jenkinson, “Dublin In Ecstasy”, “Love Will Get You There”, “It Won’t Always Be Like This”, o la enérgica, optimista y reminiscente a Stereophonics “Cheer Up Baby”.
Entre vítores, entregas de rosas y los virales cowboy hats llegaba el final, con un bis esperado y nada sorprendente -pero sí contundente y emocionante musicalmente hablando- compuesto por la triada “If You’re Gonna Break My Heart”, “Just To Keep You Satisfied” y “My Honest Face”, composiciones que marcaban el término del espectáculo antes de poner rumbo a Reino Unido para seguir con la gira.
Quizás no sólo por el fútbol, sino también por la música, el 28 de octubre será un día para recordar para los madridistas y los amantes de un rock pilotado por veinteañeros.
Texto: Lucía Monsalve
Fotografías: Dara Christine