Con más de 38 millones de reproducciones en Afterlife [Sharptone Records, 2021] y giras por todo el mundo con grupos como Electric Callboy, Funeral For a Friend o You Me At Six, Holding Absence vuelve con las palabras esperanza y crecimiento de la mano, motivos que siempre han estado presentes desde sus inicios.
El tercer álbum de Holding Absence, grabado en los estudios canadienses Jukasa con Dan Weller, productor de grupos como Enter Shikari o Bury Tomorrow, se estrena este viernes vía Sharptone Rercords, la casa de grupos como Loathe o Boston Manor.
Con su estilo arrollador y con su esencia cautivadora, presentan su tercer álbum, y último de su trilogía: ‘The Noble Art of Self Destruction’ donde presentan un estilo post-hardcore con algunos toques más calmados. La primera canción del LP, Head Prison Blues, ya recuerda a otros temas del grupo como Like a Shadow. [Sharptone Records, 2019]
Los dos álbumes anteriores definen aspectos esenciales para la música del grupo británico. Su primer disco (`Holding Absence´, 2019) se refiere al amor mientras que el segundo (`The Greatest Mistake of My Life´, 2021) es un viaje trascendental basado en la pérdida y las lecciones de la vida. ‘The Noble Art of Self Destruction’ será el último de esta trilogía – no el final de Holding Absence – que representa la búsqueda de quererse a uno mismo con todos los fallos y heridas del pasado.
El cuarteto formado por Lucas Woodland (voz), Scott Carey (guitarrista), Benjamin Elliot (bajista) y Ashley Green (batería) presentan este álbum como una pieza de arte más arrolladora y limpia. Con baladas, canciones aplastantes y mucha energía, las diez canciones del LP son totalmente un nuevo camino de la banda británica.
Fueron dando pistas de cómo sería el álbum con sus primeros singles A Croocked Melody o False Down. Sus videoclips están basados en el Kintsugi, técnica japonesa que consiste en arreglar cerámica con polvo dorado presentando la filosofía de que las heridas no se pueden tapar, sino que hay que evolucionar con ellas. Por lo tanto, los jarrones rotos con pinceladas doradas es el símil perfecto para presentar `El noble arte de autodestruirse a sí mismo´.
Sencillez y profundidad es lo que contienen las diez canciones del disco. Uno de los temas más cañeros, y el cuarto del álbum, es Scissors donde las voces arrolladoras de Lucas Woodland se rompen en comparación con otras canciones más calmadas como es Honeymoon. El síndrome del impostor, el suicidio y el autodesprecio son temas que se visionan contastentemente en todo el disco.
Ya en la última canción, The Angel In The Marble, Lucas plasma la filosofía de este álbum: “Trust in your hand and trust in the process” refiriéndose al viaje que hay que hacer para encontrarse a sí mismo.
`The Noble Art of Self Destruction´ presenta el final de un viaje que Holding Absence ha conseguido trazar. Un viaje completo de grietas e ilusiones que ha dado lugar a un álbum que despega desde Cardiff con un sonido potente y fascinante, carácter que Holding Absence no perderá nunca.