Tras habernos hecho una visita en Madrid hace casi un año, Harry Styles ha vuelto a visitar España por segunda vez en su gira Love On Tour en Barcelona (12 de julio) y en Madrid (14 de julio) más culturalizado que nunca.
Aquel muchacho de Holmes Chapel que se presentó al casting de The X Factor UK para posteriormente formar una banda icónica, jamás se hubiese esperado esta eufórica ovación en solitario. Y es que Harry, después de la dolorosa separación de One Direction en 2015, empezó a reinventarse hasta llegar al punto donde estamos ahora: cientos de miles de personas, boas de colores y un sold out masivo en sus conciertos.
Transportándonos al presente, el concierto de Barcelona sólo se puede resumir en una palabra: unión. No solo por la coordinación a la hora de vestirse con la misma estética, sino también por la manera en conectar unas personas con otras por una misma pasión, la música.
Así pues, Harry saltó al escenario alrededor de las 9:45 con unos breves visuales introductorios para comenzar con “Daydreaming”. Vestido con pantalones marrones de cuero y un chaleco corto azul con flecos y lentejuelas brillantes, Styles se lució con uno de sus mejores outfits del tour. Ya con “Golden”, la euforia era más que notoria en el Estadi Olímpic donde unas 56.000 personas coreaba las letras.
Unas cuantas sorpresas inundaron la noche de Barcelona, entre ellas que el cantante hiciera homenaje a su antigua boy-band cantando canciones como “Stockholm Síndrome” o el conocidísimo “What Makes You Beautiful” entre mezclado con “Best Song Ever”. Así pues, Harry se presentó y comenzó a interactuar con el público, uno de los platos fuertes de la noche. Cientos de carteles inundaron la pista del Olimpic para que el británico eligiera alguno que le llamara la atención. Se escucharon saludos, nombres… pero, sin duda, el premio se lo llevó una fan de Bilbao vestida de fresa que le pidió a Harry que le leyera las notas de la EBAU.
Siguiendo el hilo musical, se pudieron escuchar otros temas más sentimentales y personales como “She”, “Matilda” o “Fine Line”. Este último, incluyendo un mar de lágrimas entre todo el público. Aunque también, sonaron otros como “Cinema”, “Music For A Sushi Restaurant” y “Watermelon Sugar”, el sonado hit del verano 2020. Menciones especiales a los bailes y congas formados durante “Treat People With Kindness” y el “leave America!” durante “As It Was”.
Entre canción y canción, se pudo comprobar cómo el cantante estaba formado por una banda íntegra por una decena de músicos con equidad entre mujeres y hombres. Ya acabando, en los bises vinieron cuatro grandes icónicas. La sorpresa especial fue con “Medicine”, una canción inédita y que nunca se lanzó al mercado, se dice que Harry la escribió cuando aún seguía en One Direction. “Sign Of The Times”, su primer sencillo como solitario, supuso un antes y un después. Y para terminar “Kiwi” no podría haber sido otra mejor opción, salvaje, rockera y apoteósica.
Sin duda, Harry nunca defrauda. Y es que Barcelona era su antepenúltima parada antes de finalizar, tras casi 2 años, el Love On Tour. Esperamos volverle a ver en los escenarios pronto, o, como opción alternativa, en los cines. Este chico puede con todo.
Crónica: Vicky Parga
Fotografía: James Lomax