Tras un debut en el cinturón villaverdino de Madrid que congregó a más de 200.000 personas durante sus tres jornadas, Mad Cool Festival y sus más de 100 actuaciones dejaron sensaciones agridulces en esta edición, sin olvidar que regresa herida pero victoriosa tras dos años imposibilitada por la crisis sanitaria y una previa en 2022 más favorable.
Sin embargo, el estudiado cartel -aunque para muchos no a la altura- que durante los días 6, 7 y 8 de julio preveía acoger a una media de 60.000 personas por día, logró el cometido con creces debido a las acertadas actuaciones que se sucedieron cada jornada.
El jueves por la tarde pudimos disfrutar por primera vez en directo en España a City and Colour, el proyecto paralelo del canadiense Dallas Green, originalmente miembro de Alexisonfire, que para nuestra sorpresa no interpretó sus temas más conocidos. Poniendo banda sonora al atardecer desde el escenario Region Of Madrid, la delicadeza y el deleite de Paolo Nutini hicieron mella en el público. El aperitivo del músico inglés un día antes en el recinto madrileño de La Riviera no pareció ser suficiente, ya que muchos de sus seguidores repetían para verle y corear clásicos como “New Shoes” o “Candy” bajo un sol abrasador de verano.
La veterana banda de punk rock californiana The Offspring llegó al escenario Madrid Is Life con un público bien aglomerado a pesar de la hora, ofreció un concierto lleno de hits de principio a fin como “Want You Bad”, “Self Esteem”, “Why Don’t You Get A Job?” o “The Kids Aren’t Alright”, demostrado que Dexter Holland y compañía todavía están en forma.
Quienes ya rozaban la treintena y subiendo se disipaban entre el mencionado escenario mientras gritos y nervios se crecían a expensas del siguiente grupo que podríamos ver en esas mismas tablas: The 1975. Un comeback añorado y lleno de romanticismo que llevábamos echando de menos desde su última actuación en el mismo festival años atrás. Si bien su cometido era presentar su trabajo más reciente, “Beign Bunny In A Foreign Language” (Dirty Hit, 2023), para los más nostálgicos y acérrimos a su primera etapa y los clásicos que la componen, el setlist de Matty Healy y su elenco de músicos no sería del todo fiel, saltándose éxitos como “Chocolate”, “Sex” o “Girls”, pero ofreciendo un lleno merecedor de situarles en el escenario principal.
A la misma hora tuvo lugar la actuación de Machine Gun Kelly en el main stage, probablemente el solape más dolorosos para la mayoría de asistentes esta jornada. El americano repasó sus grandes hits como “Bloody Valentine”, “I Think I’m Okay” o “forget me too”, con una gran puesta en escena y una inesperada cover de “Danza Kuduro”.
Caída la noche veríamos a una asombrosa Lizzo personarse ante el escenario principal con un mensaje de reivindicación, sororidad y positivismo a través de hits como “About Damn Time” o “Juice”, poniendo a bailar a un escenario entero; sería en el escenario contiguo donde unos minutos más tarde veríamos al británico Robbie Williams, con un carisma y una pasión desbordante, mostrándose gracioso e interactuando con el público, esta vez, sin saltarse ninguna de esas canciones que le han llevado hasta aquí, como “Angels” o “She’s The One”.
Franz Ferdinand, repetidores y ya afianzados con nuestro país, decidieron no salirse de lo establecido, dando un concierto con el que muchos, ya familiarizados, se reafirman en ser una de las bandas internacionales más queridas de nuestro país. Por su parte, el jovencísimo Lil Nas X, que debutaba en Madrid, ofreció un show (más que concierto) a la altura de alguien como él. “LOST IN THE CITADEL”, “INDUSTRY BABY” o “MONTERO (Call Me By Your Name)” resonaron en cada metro cuadrado del Nuevo Espacio Iberdrola Music, con éste cerrando la primera jornada del Mad Cool Festival.
Una primera línea de llamativos nombres internacionales daban pie a la segunda jornada del festival, y para nosotros Sam Smith y Tash Sultana, con llaves en mano, inaugurarían los conciertos que sudecerían el 7 de julio. Éste primero que salía por primera vez de inglaterra de gira con su tour “Gloria”, apareció sonriente y vibrante con un corsé dorado que reflejaba el sol, cautivando al público con su repertorio lleno de hits como “Stay With Me”, “Gloria” o “Unholy”. Multididáctica y polivalente hasta decir basta, la australiana Tash recorrió más de 15.000 kilómetros sin importarle estar o no en el escenario principal. “Lo que realmente me provoca sensaciones dentro es saber que tengo a una familia leal que me escucha y está ahí para mí, como vosotros”, se sinceraba la artista, colocada en el tercer escenario del festival. Sin importar las dimensiones de las tablas que pisaba, la conexión entre ésta y el público fue lo primordial, que se intensificó con “Jungle”, “New York” o “Pretty Lady” en casi 120 minutos de show.
Entre las 35 actuaciones del día, al caer la noche se mezclaban en el escenario principal seguidores de Queens Of The Stone Age y de Mumford & Sons. Dos perfiles claramente reconocibles y distinguibles: unos más tirando de rock, dispuestos a aguantar la tralla de 14 canciones y casi dos horas de concierto por parte de Queens Of The Stone Age, donde resonaron cortes como “The Way You Used To” o “Go With The Flow”, donde “A Song For The Dead” puso el broche final; y otros más afincados en el folk y la música tradicional que repite un patrón en cada composición de Mumford & Sons. Pese a encontrar cierta monotonía en la música de los londinenses, la pirotecnia y el cómputo de canciones elegidas para aquella noche hicieron del suyo uno de los sets más alabados de la segunda noche del Mad Cool Festival.
Pese a ser probablemente la jornada más llamativa del encuentro, las asfixiantes luchas por salir del recinto y las interminables colas para los servicios restaron puntos a la última jornada del Mad Cool Festival, que prometía recuperarse de los estragos previos con Liam Gallagher y Red Hot Chili Peppers.
Los barceloneses Cupido coparon el escenario 3 del Mad Cool Festival, donde se reunían para presenciarlos parejas, grupos de amigos y respetables que repetían tras haberles visto en La Riviera a principios de año. La banda encabezada por Pimp Flaco cumplió con un concierto donde, a juzgar por la redacción, no echamos de menos ninguna canción. Composiciones meditadas, estudiadas y honestas como “Milhouse”, “Tu Foto” o “Santa” no faltaron en un divertido show junto a una ‘kiss cam’ y divertidas interacciones con el público y los miembros de su crew. A su vez los vascos de Belako animaban al público nada más entrar por las puertas del festival, donde se congregó un gran público a la sombra de la carpa del escenario Ouigo, con un concierto muy enérgico donde presentaron sus temas nuevos “White Lies” y “Sangre Total”.
Estas dos apuestas nacionales competían a la par de Years & Years que sonaban en el escenario principal, el proyecto de pop electrónico de Olly Alexander, quienes incendiaron la pista de baile con sus temas como “King” o “Desire”, y que fueron unos de los grandes representantes de la comunidad LGTBIQ+ en el festival.
Cada vez que salían de su boca las palabras «¿Hay algún fan de Oasis por aquí hoy?» más nos dábamos cuenta de la falta que nos hace volver a tener a los magos del britpop con nosotros. Liam Gallagher nos dejaba con la miel en los labios de un multitudinario e imposible concierto de Oasis que, de hacerse realidad, llenaría el festival entero con los ingleses como únicos cabezas de cartel sin hacer falta más nombres. Sin embargo, para consuelo del sueño de muchos, teníamos el viernes a una de sus mitades interpretando en cadena himnos como «Champagne Supernova», «Wonderwall» o «What’s The Story? (Morning Glory)?» como si su proyecto en solitario se viera eclipsado por los aplastantes coros del público de éstas frente a las suyas.
La indumentaria del día, patrón que veríamos repetido desde dos jornadas atrás, un asterisco rojo que reinaba entre los 70.000 asistentes el 8 de julio en el Mad Cool Festival. ¿El motivo? La banda que aparecería sobre las 23 horas en el escenario principal: Red Hot Chili Peppers. Tras una fugaz visita el año pasado a la Ciudad Condal, Anthony, John, Chad y Flea regresaban ante un mar inacabable de personas que celebraban su regreso a la capital… Para protagonizar un recital donde primaron los bajos decibelios y la falta de éxitos para una banda de su calibre. Cerrando la noche del sábado no faltó la fiesta y el baile al ritmo de los grandes hits “Kings & Queens”, “Sweet but Psycho” o “My Head & My Heart” de Ava Max en el escenario Región de Madrid.
El broche final se encargarían de ponerlo los reyes de la electrónica británica, The Prodigy, haciendo enloquecer al público con temas como “Omen”, “Voodoo People” o “Invaders Must Die”, que respondió con pogos y mosh pits a lo largo y ancho del recinto, prácticamente de principio a final del concierto, dejándose las últimas energías para cerrar el tercer y último día del festival.
Con todo esto, la sexta edición del Mad Cool Festival quedó concluida. Pese a las largas colas en baños y espacios de restauración, barras y salidas -poco más le podemos pedir a un macro festival de estas dimensiones-, el festival logró pasar un examen, para algunos raspado, y para otros con un sobresaliente.
Fotografías de James Lomax (@jameslomaxphoto) y Cristina Cañedo (@crisjournals)
Crónica de Lucía Monsalve (@luuciamonsalve)