La noche del 28 de abril tuvimos en La Riviera a Big Thief presentando su último disco doble: Dragon New Warm Mountain I Believe in You. Lo hicieron en su tercera y última fecha por España, después de haber pasado por Barcelona y Valencia, de la mano del Primavera Sound. El álbum cuenta con veinte canciones y a pesar de que salió hace muy pocos meses, varios medios lo han clasificado ya como uno de los mejores discos del año. Ver a Big Thief en directo es una experiencia muy recomendable, no solo para sus fans, sino para cualquiera a quien le guste la música en vivo. Eso sí, hay que estar preparado para ello.
Son una banda muy difícil de clasificar, la sala estaba llena de todo tipo de público, con solo una cosa en común: un respeto inmenso hacía lo que estaba a punto de ocurrir. Se puede ver como con un trascurso de tan solo ocho años, el grupo se ha constituido como un clásico. Y es que en directo se confirma que lo es; cuando los miembros de la banda salieron al escenario, todo el público enmudeció. Incluso ese aire de respeto se daba dentro del escenario, cuando Adrienne Lenker (vocalista y guitarra del grupo) recitaba canciones y el resto de sus compañeros la miraban con admiración.
Big thief es capaz de crear una atmosfera de ternura y cercanía que se hace palpable para todos, y que solo cambia en los momentos en los que Adrienne rompe su voz en ciertas canciones. Por ejemplo, cuando cantó el final de Not, haciendo que toda la Riviera se quedase, durante unos segundos, totalmente en silencio e inmóvil. Por otra parte, no sólo son un grupo muy sentimental, sino que también logran hacer un concierto muy alegre. Lo pudimos ver cuando cantaron himnos como Simulation Swarm o Masterpiece.
Hay quien dice que los miembros de Big Thief parecen tocar para si mismos, sin tener en cuenta al público, pero esto es precisamente lo que hace que los conciertos sean una experiencia tan íntima y memorable.