El disco debut de la artista nos adentra en un conjunto de canciones coloridas que se permiten tratar mensajes pesimistas a la vez que esperanzadores, hablando en nombre de una generación a la que se le han impuesto unas normas no escritas cuyo resultado acaba con problemas de salud mental que no se atreve a mostrar.
Desde una temprana edad has estado muy vinculada con viajar mundo y eso tiene que haberte influido a la hora de hacer canciones. ¿De qué manera plasmas todo lo vivido en Grecia, Barcelona o Londres en tu música?
Creo que se ve sobre todo reflejado a la hora de componer y de cantar. Canto muchos temas donde mezclo idiomas. Al principio de todo sólo cantaba en inglés y luego ya decidí arrancar con el castellano. Por ejemplo, en ANSIEDAD mezclo castellano, catalán e inglés. Normalmente me suelo expresar mejor en inglés porque es la primera lengua que aprendí en el colegio. Supongo que no llego a plasmar directamente que he sido un poquito trotamundos, sino que es algo que tengo normalizado. Si mañana me dicen que me tengo que ir a otro país o ciudad, cojo las maletas y me voy. Aprendí a despegarme de los sitios, porque tengo asumido que todo es temporal.
A lo largo de tu corta pero intensa discografía, que hasta ahora han sido singles, vemos que hay sintetizadores, pinceladas de los 80, conectas con principios del siglo XXI acercándote más al pop-rock y a la vez pones en valor sonidos actuales. ¿Qué papel han jugado estos sonidos tan familiares en tu vida que al final has acabado convirtiendo en canciones?
David el Gnomo. Recuerdo de pequeña, en Grecia, quedarme embobada con la canción del principio. Me encantaba y me sigue encantando y son todo sintetizadores. Me marcaron tanto que toda la música ochentera me fascina. Pero creo que todo me viene de la canción “Soy un gnomo”. Es por eso que en el disco tenían que tener muchísimo peso los sintetizadores, porque para mí embellecen a una canción.
Has descrito tu música como “retro-futurista” y mediante tu ésta acercas sonidos no tan comunes a un público genérico que simaptiza con el pop y la música más comercial. ¿Crees que la gente debería abrirse a más géneros y explorar el amplio mundo de la música en vez de ceñirse a lo que sólo dice que escucha, o esa concepción ha cambiado y todos somos cada vez un poco más abiertos?
A mí me encantaría que cada persona tuviese una playlist que le definiera. La música que consume cada persona dice mucho de ella. Yo creo que la gente curiosa siempre estará más abierta a escuchar nuevos tipos de música, igual que siempre habrá gente que escucha lo mismo. Hagamos lo que queramos, depende de lo curiosos que seamos. Eso sí:ojalá más música variopinta en las radios y playlists potentes.
“Don Federico” fue el último que presentaría tu trabajo debut “La Tapada” el pasado 29 de marzo, álbum en el que has decidido dividir cada canción en una fase lunar. ¿Tiene esto algo que ver con el gusto de las generaciones más jóvenes por los horóscopos y los signos zodiacales?
No creo que sea una cosa generacional, sino más bien personal. Yo siempre he sido de leer cada semana el horóscopo y quedarme con la información que me convenía. Igual que también tengo un péndulo, runas y cartas del tarot, pero en el caso de “La Tapada”, he querido relacionarlo con las fases lunares haciendo paralelismos de cómo es cada canción con cada fase. “La Tapada” es la luna nueva en verdad. Que no se ve, pero está.
La variedad de temas que podemos encontrar en “La Tapada” va desde afrontar nuevos retos, amores inalcanzables, transiciones a la madurez hasta el peso de la salud mental en una artista tan joven como tú. ¿COLET es tan sólo uno de los personajes o facetas de Anna, independiente del proyecto musical, o precisamente plasmas todos estos sentimientos como COLET porque también le pasan a Anna?
Gracias por hacerme esta pregunta. Todo lo que escribo, canto y cuento me ha pasado, lo pienso, o lo siento yo. No podría inventarme un sentimiento o anécdota que no he vivido. A veces creo que detrás de mi vida hay alguien que me pone a prueba constantemente y tengo cosas surrealistas que puedo contar. Vivir como concepto debería ser algo fácil, pero constantemente siento que me complico la vida o me la complican. COLET soy mi yo “desfasado” y como Anna, a veces tengo miedo a hacer algo por miedo a las consecuencias que pueda tener. Como COLET me permito la libertad de decir y hacer todo lo que quiero. COELT completa a Anna.
En otras entrevistas hablas de uno de tus sueños, telonear a artistas como Jordana B. o Rosalía, entre otros. ¿Crees que se está creando una hermandad de artistas mujeres con ganas de apoyar a otras y hacer del talento femenino una rueda que no pare de girar? Recomiéndanos una artista o una banda íntegramente formada por mujeres.
La verdad es que sí. Hay algo muy bonito entre mujeres artistas y creo que tiene que ver con la empatía y la generosidad. Cada día me encuentro con mujeres al mando de proyectos súper chulos.
Así de forma anecdótica, el otro día me encontré con Celia Becks en el baño del Teatro Eslava y de la conversación que surgió ahí hasta ahora, no sólo he descubierto su proyecto en solitario, sino que se ha unido a COLET como bajista. Ayer en el ensayo hizo una hora de trayecto de ida y de vuelta para poder llegar a la sala de ensayo, compartió toda su sabiduría y experiencia y estuve aprendiendo de ella toda la tarde. Está apoyando a la banda sin ni siquiera saber si va a funcionar, a la vez que desarrolla su carrera como compositora, cantante, bajista y DJ también. Que la gente quiera compartir su tiempo y experiencia es lo más generoso que se puede hacer. Os invito a escuchar su nuevo single “Deberes de Terapia”, y otro grupo que recomendaría hecho por mujeres es Pipiolas. Me encanta lo que hacen y además las he conocido y son majísimas. ¡Estoy muy feliz de conocer a las artistas de la industria musical!
Este 27 de abril estarás presentando “La Tapada” en el Café La Palma. ¿Cómo te preparas para este debut en un escenario de una sala tan emblemática? ¿Qué podrá esperarse del concierto la gente que vaya a verte por primera vez?
La verdad es que estoy sin expectativas y con muchísimas ganas. Creo que estamos preparando un buen directo y no quiero que se quede en un concierto al uso sino como una experiencia y un show que va más allá de lo que se puede escuchar en el disco. No quiero dejar indiferente a nadie. Me preparo ensayando, tocando, cantando y saltando a la cuerda e intentando no ser demasiado crítica conmigo misma, porque ahí me presionaría demasiado y no lo disfrutaría. ¡Estoy gozando mucho el proceso con un puntito de nervio bueno en la tripa!
No hace falta un disco con una ristra interminable de canciones para contar todo lo que has vivido. A veces con poco uno se va de la lengua, y a COLET no le hacen falta las ocho canciones de su disco debut para lanzar un mensaje que quedó claro desde la primera composición.