Martes 27 de Diciembre en el corazón de Goya. Era la hora de los gigantes. Quizás no llevaba ningún lazo rojo, difícilmente se puede envolver la voz de alguien, ya que esta sería el regalo navideño de miles de personas que durante un par de horas disfrutarian como si de un niño despertandose el dia de reyes se tratase. Estamos hablando de Coque Malla, el madrileño que hace 25 años decidió emprender una aventura en solitario. Y que el pasado martes puso fin a su gira “El último viaje del astronauta gigante” en el Wizink Center de Madrid.
Si bien en Monstruos S.A. la energía de las ciudades se conseguia mediante gritos, sin duda alguna los artistas la consiguen de los gestos. “Vivimos de vuestros gestos, y poderos ver desde encima del escenario sin mascarilla me da la vida”, estas fueron las palabras textuales de Coque emocionandose después de años de conciertos con la gente sentada, manteniendo distancias y ocultando los gestos con una mascarilla.
Si algo le representa es su elegancia y buen gusto. No únicamente vistiendo, donde no faltó su chaqueta americana y sombrero. Sino también en la elección del setlist y en su banda. Este salió acompañado de Héctor Rojo, Gabriel Marjuán, David Lads, Amable Rodríguez y una sección de vientos que juntos a él, de principio a fin blindarian con uno de los mejores shows del año en cuanto a panorama nacional.
Aproximadamente en el meridiano del concierto sentado en un taburete decide contar de forma anécdotica la indignación de Enrique. Un “fan” que mediante Twitter se quejó de que se había ido en mitad de un concierto debido a no escuchar ninguna canción de Los Ronaldos y para más índole sentarse en un taburete. Entre carcajadas Coque añade “Y querido Enrique, cuando me siento en el taburete viene lo mejor”. Seguido de ello empiezan a sonar los primeros acordes de “No puedo vivir sin ti“.
Pongo la mano en el fuego, sin titubear lo más mínimo que todos los presentes se fueron con una sonrisa invadiendo toda la cara y con el mejor de los regalos para poner bajo “El árbol“; el recuerdo de haber presenciado el que será por un tiempo el último concierto de Coque Malla. Así que todo el que lea esto: Guárdalo.
Y sentimos mucho Enrique, que decidieras irte por no saber valorar la magia del último hombre de la tierra.