El pasado miércoles fue un miércoles que supo a fin de semana. Y no lo digo porque las fiestas estuviesen a la vuelta de la esquina, que también, sino porque en Madrid, como todo el mundo sabe, vive casi más gente de fuera de la propia capital. Y es que yo, como muchos otros conocidos y amigos que asistimos, tuvimos que cambiarnos los trenes y aviones para volver a casa por navidad al enterarnos de 4 de las bandas que conforman ahora mismo el panorama indie rock (a veces un poco punki) de España iban a tocar la misma noche sobre el mismo escenario, el de la sala El Sol de Madrid. El último concierto del año tenía que ser uno grande, y desde luego este cumplió las expectativas, tanto en duración como en intensidad.
“Este es un concierto de amigos, porque todos somos un gran grupo de amigos” decía Rubén (Muro María), y es que todos los que habían llegado allí por una de las bandas, habían acabado siendo también fans de las demás. Niña Polaca y Muro María eran ya prácticamente un conglomerado y los guitarristas y el batería de Cora Yako, lo eran también de Nadie Patín. Encima del escenario iban a haber amigos, compañeros de piso e incluso paisanos. El concierto ya prometía antes de haber empezado.
Nadie Patín: Más majos que las pesetas
Los gaditanos Selu y Gome de Nadie Patín, se encargaron de abrir la noche. Os podría hablar de las canciones que cantaron (porque muchos de los allí presentes demostraron saberse hasta los puntos de las íes), pero en su lugar os contaré lo naturales y salaos que son. Rockeros de esos que incitan a que no pares de mover la cabeza desde que empieza su bolo hasta que acaba. No traen ni el setlist escrito para pegarlo al suelo, o se lo apuntan en el móvil o se lo recuerdan el uno al otro. Con ese buen rollo y ese acento de Jerez, es imposible que no te caigan bien. “Estos chavales son más majos que las pesetas”, escuché detrás de mí, y qué razón. El boquete desató el primer pogo de la noche y estos no cesaron hasta el último minuto y con Pedregalejo nos dejaron sin voz al grito de “De haberlo sabido, me quedo contigo”. Y es que yo con estos me quedo, vaya.
Cora Yako: De otra época
Algunos los definen como una banda indie pop. Para mí, en cambio, son el claro ejemplo de los herederos del post-punk de los 2000. No sé si es su sonido, cómo se mueven encima del escenario o las melenas tan características de los vocalistas (Luis y Carlos), detrás de las cuales se esconden y generan misterio, pero Cora Yako a mí me recuerda a míticas bandas de los años 70. Presentaron por primera vez en directo su último tema Fin de semana (que venía como anillo al dedo como os contaba al principio) lanzado hace menos de un mes; y nos adelantaron la fecha de su próximo álbum: marzo de 2023. Con las melenas al viento y mucho rock & roll, el show acabó con Noche Estelar, otro regalo en primicia para los allí presentes, su nuevo single de enero.
Muro María: dulzura rockera
Ser la única banda de la noche con una mujer como pieza principal, tuvo claramente sus ventajas. Claudia es de esas personas dulces y de apariencia tranquila que encima de un escenario y con una guitarra entre las manos se transforma. ¿Cómo una banda con una voz tan delicada puede hacerte saltar y bailar hasta que no puedes más? No sé si será la adrenalina con la que rasgan Rubén y Jorge la guitarra y el bajo o lo bien que sonaba esa batería, pero me atrevería a decir que, a nivel musical, fueron los que más brillaron. Surma (que casi no llega por estar en el WC) y Beto de Niña Polaca se sumaron al escenario en Esta canción y en Cuéntame otra vez, y no faltaron temazos como Cállate Ya, una oda a los pesaos que te encuentras cuando sales de fiesta.
Niña Polaca: con más fuerza que nunca
La banda sorpresa, que realmente fue sorpresa para muy pocos ya que habían estado dando pistas por redes y lo había confirmado el mismo día del evento, se llevó la máxima responsabilidad: conseguir que después de dos horas y pico de concierto la gente aún tuviese ganas de saltar. Y no sé de donde sacaron las fuerzas, pero cuando Surma, Beto, Kobe y las dos nuevas incorporaciones, Claudia y Rubén de Muro María subieron al escenario con Pdr Snchz, la gente, impregnada en sudor y con apariencia de acabar de salir de la ducha se sumó a un pogo gigante. Había ganas, y el grupo más consolidado de la noche consiguió que la gente corease sus temas como si de himnos se tratase. Con La Muerte de Mufasa, Ivona (Voy a decirle a Mi Madre que la quiero) y por supuesto Madrid sin ti, alguno de los allí presentes hicimos más cardio que en toda la semana.