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FUNAMBULISTA: «Perseguir la tendencia es llegar tarde» [Entrevista + Galería]

El 26 de febrero de 2016, Funambulista tocó en el auditorio de Las Rozas (Madrid). Y ahí estaba yo presente. Tan solo como mera espectadora. Si me preguntasen por la cifra de conciertos a los que he asistido a lo largo de mi vida no sabría responder en absoluto. Son tantos, que la mayoría de ellos caen en el olvido. Pero este lo recuerdo en especial, ya que en el escenario solo estaba Diego Cantero acompañado de Alejandro Martínez. Solo ellos dos en el escenario con guitarra y teclado en mano.Con una peculiaridad, Diego confesó que estaba febril, y ni con esas se detuvo el concierto. Por aquel entonces, solo se habían publicado los dos primeros discos: «Funambulista» y «Quédate», los cuales supieron defender a la perfección. Dieron un show de los que es imposible olvidar.

En mayo de 2017, tuve la suerte de volver a un concierto de Funambulista, esta vez no iba de espectadora, sino como fotógrafa. Estaba empezando. Recuerdo estar encima del escenario mientras estaban tocando «Quiero que vuelvas». La voz de Diego apenas se podía escuchar, todos los espectadores se estaban dejando los pulmones a cada estrofa que precedía a la canción. Ahí, en ese preciso momento es cuando me di cuenta de dos cosas: una, que me quería dedicar a la fotografía musical, y la segunda, que ese muchacho que se subía a los escenarios bajo el nombre de Funambulista le quedaba una larga y próspera vida en el mundillo de la música.


Y así llegamos al 24 de noviembre de 2022. Altafonte Space presenta una nueva edición de Secret Showcase, donde Funambulista presentó Animal, su nuevo albúm. Ahí estuve y pude hablar tranquilamente con Diego, aquel murciano que ocho discos después, ha pasado de tocar en bares a subirse y cantar para un Wizink Center que, a buen seguro, llenará en el mes de enero.

Acabas de lanzar «Animal» después de 3 años que sacaste «El observatorio» . ¿Qué sensaciones tienes?
Pues las de un tipo que ha vuelto a escribir un disco, y eso siempre es un milagro porque uno no sabe si va a escribir más, pero acaban saliendo canciones y acabamos haciendo un disco. Lo empaquetamos, le ponemos una portada y ahora a presentarlo. Y a viajar y enseñárselo al mundo.

Hay ya 9 fechas confirmadas. Cuéntanos.
Sí y un montón más que están por anunciar, la verdad que hay una gira larga, va a ser una gira de todo el año, porque empezamos ahora el 15 de Enero en el Wizink, pero esta gira que se supone que es de invierno empalmará con la gira de primavera-verano. Vamos, que estaremos sin parar.

¿Alguna ciudad o sitio al que tengas especiales ganas?
Tengo ganas de tocar en el Wizink, es un momento especial sin duda. Y de volver ahí, que tocamos el 8 de febrero de 2020, un mes antes de que nos encerraran. Así que ya está bien, ahora a vengarnos, a brindar, a sudar y rejuntarnos todos.

La canción «La bohemia» está claro que es una crítica sobre la música que no sale del corazón. Hace referencia a la música de tendencia como el reggeaton y el trap. ¿ O voy mal encaminada?
No, a ver, puedes pensarlo ya que tiene referencias así, pero bueno va dedicada a la gente que empieza y prefiere que le aplaudan mucho, y hacerse un selfie muy guapo en un sitio muy guapo. Antes que el escribir canciones, aprender acordes, o saber tocar un instrumento, al oficio básicamente.

Vale, pongamos que no he escuchado el disco. Que tengo el móvil a punto de morir, y es de vital importancia que escuche una canción sí o sí antes de que se apague. Solo una. ¿Cuál me recomendarías? Con una condición, no puede ser ninguno de los singles.
Escucha «Truquitos de una coplera», está feo que yo lo diga, pero me parece una canción super acertada. Es una canción que se podría haber escuchado y hecho hace 20 años, y probablemente se podría escuchar y hacer dentro de otros 20 años.

En cada disco sorprendes con tus mezclas atrevidas de géneros y sin miedo al que dirán. Has hecho canciones como «Sin argumentos» con un toque de reggae en el primer disco, poco después sacaste «El tango que me parió« y ahora has metido una copla como mencionabas anteriormente, ¿Qué será lo siguiente?
Lo que pidan las canciones, porque para mi los estilos son complementos; son una chaqueta, unos pendientes, un bolso… Depende de la canción la vestiré como pida. Los estilos sirven para eso, no para definirse, que me parece un aburrimiento terrible.

Entonces eres de los que escribe primero la canción y luego piensa en el género que va a ser.
Sí, y no solo eso. Yo pruebo 25 géneros antes. Y me paso muchos meses jugando con ella hasta que encuentro la que le queda bien.

Ahora que está resurgiendo todo el tema del Punk pop, Avril Lavigne ha vuelto, Demi Lovato ha pasado del pop al rock bruscamente. ¿Te ves haciendo un cambio así?
No seguro que no, seguro que puedo encontrar una canción así pero es que a mi eso de la tendencia y lo del momento, me queda ya un poco lejos. Honestamente, yo creo que perseguir la tendencia es llegar tarde, y no va conmigo.

Ya que el título del disco es «Animal«, si tuvieses que volver a elegir la portada, y esta tuviese que ser un animal. ¿Cuál crees que representa la esencia de las 12 canciones?
Lo intentamos, intentamos hacer un animal que representase todo eso y quedó un animal terriblemente horrible, parecía un gato aplastado por un autobús. [Risas] En realidad son canciones que tienen de todo, como la vida. Hay canciones optimistas, pesimistas, tristes, de desamor, que duelen, que recuerdan, creo que hay muchas características que tienen que ver con el instinto. No podría decidir un animal, sería un ser mitológico, con cuerpo de una cosa y cara de otra, algo así.

Haces mención a canciones que duelen, ¿Cuál dirías que te dolió más escribir?
Es que las canciones no me duelen, me sanan. Hay canciones que me alivian más que otras. Me alivió mucho escribir «Mi calma y tu ansiedad». Es una canción escrita que puede ser a una persona, a una enfermedad… a lo que te hace mal, a lo que te hace pequeño, lo que grita mucho y tú te agachas. Lo que tienen en común es coger de la pechera a eso que te hace mal y poderle decir «¿y tú qué?».


Estamos de acuerdo en el hecho de que grabar un disco es un trabajo arduo, complicado y a veces desesperante. Pero también tiene cosas buenas. En el caso de este disco, y olvidándonos de lo malo, si es que hubo algo, ¿Qué te guardarías para siempre?
Yo no grabo un disco en un mes, ni en una semana. Yo voy grabando canciones, tengo la suerte de trabajar con Tato Latorre que es mi productor y mi guitarrista, con lo cual cuando tengo algo nuevo quedamos y lo hacemos. Entonces nunca se hace tedioso. Y también nos permite prestarle la atención a cada canción. Porque si grabases un disco, más que menos seguro que alguna se te escapa o bajas la guardia. Me ha dolido dejar canciones fuera, tirar ideas buenas pero que al final no cabían. Algún día cogeré ese bote ahí de cosas que me encantan y sacaré. Quizás un disco de rarezas.

¿Y la canción que más te gustó grabar?
«Me gusta la vida», fue una canción que escribí para otro artista. Y que a las 4 horas de enviársela le dije… ¡Me la quedo! [Risas]

Pues sinceramente, todo lo que te quería preguntar me lo has ido respondiendo tú solo sin necesidad de decírtelo.
[Responde entre risas] Osea, que te he ido jodiendo todas las preguntas.

Esto ya es libre improvisación, ¿tienes algún ritual a la hora de sacar el disco?
No lo tengo, pero esta vez me vino muy bien. Me pillé unas entradas para ver el documental de Sabina el día 17 por la noche. Y la verdad que fue el bálsamo que necesitaba, el recuerdo de porque me dedico a esto y el ejemplo del más grande de todos los tiempos. Me inspiró, me tranquilizó. Y luego la verdad que me escuché el disco. La verdad que no sé porque pero yo voy haciéndolas y no las tengo guardadas ordenadas, no tengo la playlist en sí, tengo que buscar una, escucharla, buscar otra… Y como el orden es algo que elegimos hace tiempo, la primera vez que lo escuché fue el mismo día por la noche cuando llegué a casa. Cuando fueron las doce de la noche me lo puse para dormir, y no sabía que canción venía después. [Añade con ilusión] Y ahí fue la primera vez que dije «hemos hecho un disco, tío. ¡Que guay!».

¿Eres de los que se piensa mucho el orden de las canciones, y no te agrada que la gente cuando escucha el disco lo ponga en aleatorio?
Me dejo asesorar, mucho. Yo no soy bueno para elegir nada, ni que canción es la que más va a sonar, ni el orden… No, yo me fio del personal. Y que va, no me molesta para nada. No es un disco conceptual, un disco que tengas que escuchar en orden para entender algo. En realidad yo hago canciones y busco un cuadro común para ponerle un nombre al disco. En este caso «Animal» ya que me parecen canciones mucho más escritas desde el instinto, mucho menos razonadas, más pasionales, y ese es el nexo al final.

¿Te cuesta elegir el nombre del disco o de las canciones?
Si hubiera unos premios al peor titulador de canciones del planeta tierra, me lo darían a mi. Yo no pongo título a las canciones, yo pregunto «oye tío y esto como le ponemos». No hay nada meditado ahí. La mayoría de los nombres son la primera vez que hago la demo en mi casa y compongo la canción le pongo «Cadaqués», pero porque dice la palabra cadaqués. Y ahí queda, y ya luego la entendemos así cuando nos comunicamos entre el productor y los músicos. Pero no, el peor titulador de canciones aquí le tienes.

Si echamos la vista atrás desde que sacaste el primer disco a ahora, hay evolución. Lo que no cambia es que en cada uno de ellos te atreves a salirte de la línea y no se concentra en un solo estilo.
Hay evolución, no cambio, hay aprendizaje en el tío que se pasa currando todo el día, que al final soy yo. Y es que no hay que tener prejuicios, quizás alguna vez lo hice con cierto miedo, y vi que a la gente le daba igual. Y que a veces estaba yo más preocupado de lo que debía. Recuerdo cuando sacamos la canción «Esa luz», que era así un poco flamenca, un poco de rumba y tal… y pensé «hostia yo no sé si a la peña esto le va a gustar». Y que va, la gente jamás dijo nada de rumba o no rumba. Gustó la canción, la letra, lo que transmitió.
Y de ahí vas aprendiendo, que tienes un publico que te deja hacer. Y a mí la verdad es que no me gustaría ser un artista ni del rock, ni del pop, ni del metal, ni del trap, ni del hip hop, ni de la canción de cantautor, ni de nada. Me aburriría soberanamente si tuviera la obligación de llevármelo todo siempre a un cuadro concreto en el que tengo que aparentar ser eso.

Podríamos decir que no eres de los que permite que la discográfica le imponga los estilos que decides tocar.
Sí, pero bueno en este caso la discográfica soy yo. [Añade entre risas] Es que Señorita Rock&Roll es mi sello, y he decidido sacar mi disco y montar mi compañía discográfica. Soy más que nunca mi propio jefe.