Las dos bandas canadienses pasaron por Bilbao (24 de septiembre) y Madrid (27 de septiembre) en la gira “Does This Look All Killer No Filler”, celebrando los 20 años del lanzamiento de los dos primeros discos de Sum 41. Durante su paso por España, han congregado un total de 16.000 personas que evocaron en aquellos años de la época dorada del pop-punk.
Comenzamos con Simple Plan, que, tras la breve, pero maravillosa actuación de la telonera británica Cassyette, abrieron el show con su conocido “I’d do Anything”, una de sus primeras canciones como banda. Al micrófono, Pierre Bouvier (con muchos más tatuajes desde la última vez que lo vimos) conquistó el escenario mientras presentaba a la banda y chapurreaba algunas frases en español (y también en euskera con “eskerrik asko” que significa “gracias”).
Mientras, otras míticas como “Shut Up” o “Jump”, inundaron con pop-punk la pista de saltos y manos en alto. Los solos de guitarra se vieron destacados con “Your Love Is A Lie” donde Jeff Stinco (guitarra) se comió el escenario con sus dotes innatas. Minutos después, “Welcome To My Life” llenó tanto el Bilbao Arena como el Wizink Center de un mismo coro de voces al ser un himno más que evidente y conocido.
La novedad llegó con la rockera postmoderna “Iconic”, una de las canciones del nuevo disco que han estrenado este año, titulado “Harder Than It Looks”. De seguido, un divertido medley de “All Star/Sk8er Boi/Mr. Brightside” que marcaba casi el final del show. También sonó otra de las nuevas como “Where I Belong”. Para terminar, guardaron las mejores para el final con las melancólicas “I’m Just Kid” (donde el batería Chuck Comeau se animó a saltar al público con un traje EPI y una máscara de gas) y “Perfect”, la mejor canción de cierre para un show tan especial después de 6 años sin pisar España.
Y después de Simple Plan llegaba el turno de Sum 41, la banda compuesta por Deryck Whibley (vocalista), ya recuperado de sus problemas de alcoholismo que casi le cuestan la vida hace 8 años, Cone McCaslin (bajista), Dave Baksh (guitarra), Frank Zummo (batería) y Tom Tucker (guitarra) asaltaban el escenario arrancando con “Motivation”, con un diablo de fondo en el escenario y el grupo envuelto por disparos de fuego. Las llamaradas, confeti, cañanes de humo, y los pogos seguían en ‘The Hell Song’, ‘Over My Head (Better Off Dead)’ y ‘We’re All To Blame’.
Para los fans más veteranos hubieron un buen puñado de temas de sus primeros discos, que daban precisamente el nombre a la gira, en la que rememoran “All Killer No Filler” (2001) y “Does This Look Infected?” (2002), con temas como ‘Summer’, ‘Makes No Diference’, ‘Hooch’, ‘Mr. Amsterdam’, además de un popurrí formado por ‘My Direction’, ‘No Brains’, ‘Rhythms’ y ‘All Messed Up’.
En el tramo central llegó el momento de reivindicación con ‘Underclass Hero’, seguido de ‘Walking Disaster’ y ‘With Me’ entre una marea de luces, sin duda el momento más emotivo de la noche, ésta última comenzaba en acústico con un estadio coreando la canción con las linternas del móvil en la mano mientras muchos se abrazaban o se besaban.
Tras el pequeño bajón siguió la fiesta con grandes hits, ‘In Too Deep’, ‘Pieces’, una versión de ‘We Will Rock You’ de Queen y ‘Still Waiting’ que inundaron de nostalgia e hicieron saltar a todo el estadio antes de despedirse provisionalmente del escenario.
El encore arrancaba con ‘No Reason’ y Deryck aprovecha para dar las gracias al público que tienen delante, recordando aquellos momentos en los que ellos mismo han hecho horas y horas de colas para ver a sus bandas favoritas, agradeciendo a su público su entrega y dedicación, sabiendo que sin ellos, nada de esto sería posible.
El concierto terminaba con el público patas arriba en ‘In Too Deep’, y un segundo bis sorpresa, ‘Best Of Me’ en acústico para los que todavía no habían abandonado el recinto, acabando así una noche que ha supuesto para muchos de los asistentes la vuelta a su adolescencia, y todas las emociones que aquello conlleva.
Fotos Madrid – @jameslomaxphoto
Fotos Bilbao – @viclefevre