L a sala El Sol de Madrid albergó la pasada noche del sábado 24 de septiembre el concierto del grupo de power-pop malagueño La Trinidad, que contó con la actuación previa de los madrileños Carrera.
Varios fans esperaban con ganas la apertura del local y por fin a las 21.00h subieron la persiana. Tras bajar el tramo de escaleras iluminadas por neones rojos, la sala estaba preparada para el primer concierto de la noche.
Media hora después, aparecieron Carla, Gonzalo y Tomás, integrantes de Carrera. En esta ocasión, con la ausencia de Hanna, su batería, quien fue sustituida por Carlos Guerrero, batería de La Trinidad.
Carlos fue el protagonista de la noche. Al llegar al escenario, portaba un bastón y cojeaba. Se había hecho un esguince en el tobillo tras caerse por las escaleras durante la prueba de sonido. A pesar de todo, dio la talla durante las dos horas que duraron las actuaciones.
Carrera tocó varios de los temas de su LP homónimo, como ‘Lo importante es estar cómodo’, a los que se sumaron los de su último trabajo ‘Cabeza en rutina’. Además, presentaron en primicia una nueva canción: ‘Carabanchel’.
A las 22.30h, llegó el turno de La Trinidad, el plato fuerte de la noche. “¿Qué pasa familia del rock?”, preguntó Jorge Zúñiga para alentar a las 172 personas deseosas de sumergirse en la música de este grupo malagueño.
La Trinidad consiguió meterse al público en el bolsillo desde el minuto cero con los primeros acordes de ‘Las Vistas del Barrio Alto’, uno de sus últimos temas. Con su camiseta de los Smiths, Sixto Martín también puso de pie al público madrileño: “Gracias por apoyar a esta pobre orquesta local”.
Los andaluces repasaron varios temas de trabajos anteriores como ‘Los Edificios Que Se Derrumban’ o ‘Nuevas Dignidades’. El público, entregado al máximo, se agolpaba en mitad de la sala, con varios pogos a lo largo del concierto. “Antes que nada, tened cuidado. Y segundo, ¿qué somos, Bring Me The Horizon?”, bromeó Sixto al ver a los fans dándolo todo.
No faltó la carga política en el concierto. Varios seguidores llevaban irónicamente abanicos de VOX y un globo del Partido Popular sobrevolaba la sala de mano en mano mientras sonaba ‘España Invertebrada’, uno de los temas más rockeros de la formación malagueña.
Uno de los momentos de la noche se vivió en la recta final, cuando sonó ‘La Clase Media’. En su performance, Sixto se tiró al suelo de El Sol mientras el público le rodeaba. Un baño de masas para animar, aún más, a un público eufórico. Y no fue la única ocasión en la que el vocalista interactuó con los seguidores, ya que en la última canción, ‘Las Venas’, se abalanzó sobre ellos como una estrella de rock.
Fue, sin duda, un concierto que no dejó a nadie indiferente. Una noche vibrante, llena de energía, saltos y música a todo volumen.