El tan esperado festival del verano Río Babel al fin arrancó el 1 de julio en la Caja Mágica de Madrid. Se abrieron las puertas a las cinco de la tarde y las primeras fans iban corriendo recinto abajo para alcanzar su ansiada primera fila. Aunque resumir tres días tan intensos no sea tarea fácil, procedo a contaros lo que se vivió.
El pistoletazo de salida lo dio Anabel Lee, banda de punk pop de Tarrasa. Dieron la mejor bienvenida en forma de música, pogo y diversión. Los segundos (y no en discordia) fueron Chill chicos, presentaron entre varios temas, su último disco “Los más guapos de Madrid”. Desde su pop personal supieron convertirse en una banda sonora perfecta para una tarde de verano. Un gran contraste con Travis Birds quien demostró ser una artista versátil, entre ritmos cañeros y su tono de voz más dulce, era la combinación perfecta para estremecer los sentidos de todos.
Tan mítico como atemporal el cantante Macaco interpretó canciones que ya son parte de todos, ‘Moving’ o ‘Love is the only way’ fueron más que canciones, himnos que llevaron al público unos cuantos años atrás, pero listos para disfrutar del presente. Un concierto con baño de masas incluído. Ya caía la noche cuando Emlan apareció sobre el escenario, el catalán salió con una energía inigualable, sus ritmos de punk rock y sus letras de amor a lo Blink edulcorado.
Con un recinto ya lleno Dani Martín entró en escena, entre gritos y aplausos. Con un recibimiento digno de las mejores estrellas de rock, atrapó los corazones de todos los presentes con temas tan íntimos como “Me Gustaría Contarte”, pero no pudo faltar su homenaje al Canto del Loco con “Peter Pan”, o “Zapatillas” que interpretó junto a la banda Ginebras. Y siguiendo con Ginebras, fueron las siguientes en tomar el relevo de la velada que se iba acabando poco a poco. El cuarteto indie incendió el escenario con una energía tan suya y unas canciones que hicieron bailar a grandes y pequeños. Finalmente, la banda encargada de cerrar la primera jornada fue Carolina Durante, con su rock madrileño tan peculiar, no dejo indiferente a nadie… y fueron el broche perfecto para este primer día.
La jornada del viernes no fue menos. Arrancando con Miss Bolivia y su flow legendario, hizo bailar a los asistentes desde bien temprano, pese al calor que ya hacía. Ambkor atrapó las almas con su rap más auténtico y reivindicativo con temas como “Ha salido el sol” o el homenaje a Antonio Flores dedicado a todos los fallecidos cuando intentaban tener una vida mejor. Desde Galicia, panderetas en mano Tanxugueiras fueron de las artistas más aclamadas del día. Entre banderas gallegas y lgtbiq+ las voces y las panderetas resonaban por todo el recinto con canciones como “Seghadoras”, deslumbrando a todos, y no solo por sus increíbles trajes rojos. Muerdo, quien tocaba al día siguiente las acompañó para interpretar algún que otro tema.
El brindis del día lo dio Tu Otra Bonita con aires de verbena, vasos en mano y con el público bailando… la banda convirtió el recinto en una gran pista de baile, devolviendo la ‘Alegría de vivir’ a todos y todas. Siguiendo con bailes, nos movimos a otro estilo, con una rave de la mano de Zahara. Mezclando las canciones de ‘Puta’ convirtió su concierto en una fiesta para bailar toda la noche. Desde la música pasando por las luces parpadeantes, creó una atmósfera digna de las mejores raves. El broche final del viernes llegó con C. Tangana. En el caso del madrileño, más que un concierto, fue un espectáculo. Entre la puesta en escena impresionante y las 27 mil personas presentes fue todo un despliegue de medios. música y buen rollo asegurado.
Como bien dice el refrán, a la tercera va la vencida. Y así fue, el tercer día fue también el último, aunque igual de lleno de emociones y música. Arrancando con Ciudad Jara y su buen rollo, mientras el público aplaudía y saltaba al son de la música. Rayden llenó como siempre el recinto de una magia tan especial con sus letras sobre amor, odio y sinceridad, acompañado de los mejores músicos.
Fat Freddy’s Drop y su característico reggae hizo bailar a todos, dando un show a medio camino entre los mejores clubes de jazz y un espectáculo interactivo, con lanzamiento de calcetín incluído. Residente desató la locura con temas como “This is not America” o “Atrévete”. Canciones de ayer y de hoy que hicieron revivir el adolescente escondido en cualquiera de ellos. Querbeat Brass trajo su peculiar verbena alemana al escenario madrileño, con trompetas, serpentinas y un baño de masas digno de una gran fiesta de pueblo. Molotov animó aún más al público con su rock reivindicativo como “Gimme Tha Power” o “Chinga tu madre”. Zoo fue el broche final a un día y un festival que mereció la pena esperar. La locura se volvió a desatar con los valencianos, sus letras festivaleras para bailar alrededor de una hoguera y las trompetas, que eran todo lo contrario a las del apocalipsis.
Fotos de Marie Lefevre y María García.