La pandemia nos arrebató la presentación de Pero No Pasa Nada, el primer disco de Amaia, en la capital andaluza. Por suerte, la artista pamplonesa ha decidido consolar a todos sus fans del sur volviendo justo a las mismas ciudades que anunció en su día.
Fue así como el pasado 19 de mayo Amaia llegó al Cartuja Center Cite (sin duda uno de los mejores espacios sonoros de Sevilla) para ofrecernos un bolo memorable, de esos para el recuerdo. Y como tenía que ser, empezó con Bienvenidos al Show, tema que abre su nuevo disco Cuando No Sé Quién Soy, y que por supuesto, abre sus conciertos. Lamentablemente, al terminar esta canción comentó que habían tenido algún problemilla técnico (empezaron 5-10 minutos tarde) pero por suerte consiguieron arreglarlo rápidamente, y no hubo ningún fallo notorio.
El concierto siguió con Dilo Sin Hablar, Yo Invito, La Vida Imposible (que co-escribe con Antonna, y que es una de sus favoritas del disco) ofreciendo una potencia vocal apabullante, de esas que te erizan los pelos de la piel.
Hubo también espacio para una sección de la noche más intima, en la que Amaia sola al piano tocó una versión calmada de La Canción Que No Quiero Cantarte (su último hit junto a Aitana), una curiosa cover triste de Fiebre de Bad Gyal y cómo no, Pesimista. Su versatilidad era increíble, cambiando de estilos manteniendo su tan característico estilo. Esta sección acabó con Yamaguchi con sólo un guitarrista y ella y finalmente Un Nuevo Lugar (del que comentó que le tiene mucho cariño siendo el primer tema que creó).
El bolo continuó después con un muy enérgico Quiero Pero No (sin Rojuu, pero ella cantaba su parte) y un momento muy especial con el público con Yo Invito. Personalmente esta canción es una de mis preferidas del disco y parece que para el público del Cartuja Center también. Todos instintivamente decidimos encender las linternas de nuestros teléfonos sin indicación de nadie, agitándolas al ritmo de la canción y creando una estampa para recordar, muy emotiva.
Finalmente, la noche acabó con hits. Quedará En Nuestra Mente, El Encuentro y, cómo no, La Canción Que No Quiero Cantarte (ahora ya sí, con sus sonidos habituales) cerraron una noche redonda. La presencia de la pamplonesa en el escenario es brutal, pero la puesta en escena pensada, el espectáculo de luces y su banda no se quedan atrás. Todo se compenetra genial creando un show digno de grandes estadios. Espero que Amaia vuelva pronto ofreciendo un espectáculo de este calibre, o incluso mejor. Sé que es capaz de evolucionar y superarse más todavía.