Madrid llevaba mucho tiempo esperándolo y tras dos largos años de espera sucedió… Bad Religion volvió a pisar la capital española. Los estadounidenses celebran sus cuarenta años de carrera con un par de años de retraso y en un gira más que épica que pasó por España. El pasado 21 de mayo hicieron parada en Madrid acompañados por Blowfuse, Pulley, Millencolin y Suicidal Tendencies, convirtiendo el Wizink Center en un templo de punk-rock.
La noche empezó temprano. Todavía era de día y las terrazas estaban llenas cuando Blowfuse dio el pistoletazo de salida. La banda originaria de Cataluña conquistó el público con su energía, sus saltos y sus canciones que daban a cualquiera ganas de montar un buen pogo. Temas como ‘Behind the Wall’, ‘Ripping Out’ , ‘Angry John’, o ‘Radioland’ fueron los encargados de llenar el recinto de espíritu punki.
Los estadounidenses Pulley fueron los segundos en subirse al escenario. La banda que lleva activo casi treinta años no deja que se note y dieron un show más que potente. Desde canciones más slow-punk, pasando por otras con la batería como protagonista, Pulley supieron calentar aún más a un público ya entregado. Repeat, One Shot, Second Best, o Gone fueron parte del setlist que casi prenden fuego a la pista.
Los terceros (y no en discordia) en subirse al escenario del Wizink fueron los suecos de Millencolin. La banda conocida por su estrecha relación con el skate, y sus sonidos de punk más ska y progresivos ha sabido captar la energía de los asistentes. Era obvio que con temas como “Twenty Two“, “Mr.Clean“, “Egocentric Man“, “No Cigar” los suecos no podían hacer otra cosa que no fuera triunfar,
Eran cerca de las nueve de la noche, parte del público llevaba ya tres horas de concierto, pero la energía no decaía. El recinto ya parecía tener el aforro completo y estar más que listo para recibir a Suicidal Tendencies. Las luces se apagaron y entre gritos y aplausos la banda apareció. Mike Muir, cantante, hizo el escenario suyo en unos pocos segundos. Entre vasos de cerveza que volaban y los miembros de la banda que saltaban, el concierto convirtió la sala en un templo del metal. Sorprendía ver en un grupo que lleva en activo desde 1981 a un joven Tye Trujillo (bajista) apoderarse del escenario y siguiendo los pasos estelares de su padre (Metallica). Pero dejando de lado las curiosidades, cabe destacar que, algunos temas que conformaron la banda sonora de los norteamericanos fueron “You can’t bring me“, “Send Me Your Money” o “Subliminal”.
El público todavía estaba recuperando su aliento cuando los protagonistas de la noche, Bad Religion entraron en escena. La banda tiene ya a sus espaldas 40 años de carrera, y es parte de los referentes del punk rock… y eso se nota. Con unos asistentes enloquecidos, la seguridad más que prevenida y las luces apagándose empezó el último bolo de la noche. La primera canción estaba sonando y entre el público ya encontrábamos a gente haciendo crowd surfing. La legendaria banda no defraudó, transmitieron lo que mejor saben hacer: punk. Con un público que correaba sus temas como si fuera el último concierto de sus vidas interpretaron temas míticos como “Punk Rock Song“, “Atomic Garden“, “Digital Boy“, “American Jesus“.
Y así, con ritmo, pogos, gritos y sobre todo mucha música, acabó una noche llena que para muchos pasará a la historia de sus vidas musicales.