Inicio Cronicas-galerías Monkey Week 2021: un año distinto, pero con la misma esencia

Monkey Week 2021: un año distinto, pero con la misma esencia [Crónica]

Tras la pandemia del año 2020, en el que el Monkey Week se celebró de forma completamente online en streaming (y que podéis ver en su canal de Youtube), tocaba volver a la presencialidad. Pero este año, adaptado a los conciertos sentados, la organización optó por un lugar diferente. Ya no era la Alameda de Hércules el centro de todo como en ediciones anteriores, sino que se optó por el Cartuja Center Cite, separado por el río del centro, pero manteniendo programación en salas bien entrada la noche.

Sin embargo, la vacunación y la disminución de casos ha permitido que volvamos a tener conciertos de pie. Y con el lema Este Monkey volvemos a bailar, la organización daba por inaugurada la primera jornada del festival el pasado 18 de noviembre.

Esa jornada pudimos empezar viendo a La Chica. La artista venezolana-francesa dio una actuación muy interesante, llena de sentimiento, e interpretando algunos de los temas de sus dos últimos trabajos, La Loba y Cambio.

Tras esto vimos la gran baza de la noche: El Homenaje a Mediterráneo, de Joan Manuel Serrat. Protagonizado principalmente por Anni B Sweet y Los Estanques, otros artistas de la escena salieron a cantar algunas de las canciones, como Rebe, Carlangas de Novedades Carminha, Dani Llamas o Dandy Piranha de Derby’s Motoreta Burrito Kachimba. Fue una bonita experiencia, con cada artista interpretando los temas con su propio estilo.

Finalizada la jornada de inauguración, el viernes 19 comenzó el primer día del festival como tal. Empezamos el día con Las Dianas, en el escenario gratuito que podía disfrutarse a las puertas del recinto. Las granadinas supieron darle la energía necesaria a los temas de su primer disco, Lo Que Te Pide el Cuerpo, y pese a ser temprano animaron a todo el que pasaba por allí. Tras esto accedimos al recinto, viendo en el escenario del cubo a Adiós Amores, para seguir en el escenario SGAE con Diamante Negro. Ambos dieron de qué hablar a todo el que acudía a verlos.

Tras esto pasamos al escenario AiE, justo al lado del SGAE, para ver a Ruiseñora. El dúo, que tienen dos canciones con Le Parody, venían presentando su nuevo EP La Jara. Saltamos de nuevo al SGAE, optando por algo más cañero por parte de Viuda. Un grupo bastante primerizo, con sólo un EP publicado, pero que llamaron muchísimo la atención por unas vocales rompedoras y unas melodías decadentes y oscuras.

Después volvimos al escenario gratuito, en esta ocasión para la locura que formó Chill Mafia. Tenían el sonido demasiado alto, probablemente para concentrar a toda la audencia en el centro y provocar más el caos. No se dejaron casi ningún tema de su repertorio, con especial mención del remix de Doraimon de Miguel Grimaldo.

El gran plato de la noche venía después en el Auditorio Alhambra, de la mano de Mujeres. Y aquello no fue más que una auténtica fiesta. No faltaron temazos de su último EP Rock y Amistad, pese a no contar con los artistas colaboradores, y hubo clásicos como Un sentimiento importante. Finalmente el día lo acabamos con Pantocrator. Su sonido sucio y sus melodías rompedoras fueron un broche perfecto para cerrar por ese día.

Con el sábado 20, siendo la segunda y última jornada del festival, las cosas fueron distintas. Las predicciones de lluvia hicieron que todo lo del escenario gratuito se cancelara por DJ’s, provocando una gran cambió en la programación, con artistas solapándose y teniendo que elegir.

Así, empezamos el día con Sereias, directos desde Portugal. Sin duda una de las propuestas más rompedoras del festival, con un jazz-punk intenso que dejaba sin habla. Tras esto nos acercamos a mori, volviendo un poco a un toque más alternativo-electrónico. Por supuesto, estuvo su hit q no, además de otros como vanish, su colaboración con $kyhook.

Continuando en el gran auditorio, no faltamos a Depresión Sonora, para empalmarlo con Black Lips. Ambos conciertos en el gran auditorio fueron excelentes, aunque muy distintos. El primero quizás hubiera estado mejor en una sala más pequeña, donde sus melodías calan más hondo. Acabamos el festival en una de las salas de la ciudad, la Even, con Ghouljaboy. El artista andaluz venía presentando su último álbum, dreamcore, en el que mezcla el post-punk más conocido con neo-psychodelia. Las influencias de Mac DeMarco y Boy Pablo también estaban ahí.

Y eso fue Monkey Week 2021. Un festival distinto, en el que predomina la música emergente, pero con algunos artistas del panorama nacional e internacional que destacan por tener buenos directos. Con un ambiente inmejorable, lleno de euforia y ganas de pasarlo bien, el mono se duerme hasta el próximo año. ¿Volveremos a verlo en la Alameda de Hércules? Nos ha gustado este nuevo recinto, pero esperamos que sí.

 

El pesado ese de Gorillaz.