Un sonido duro muy definido, letras profundas cargadas de sentimiento, un registro vocal impecable y una atmósfera sobrecogedora. ‘Heaven in Hiding’, el nuevo y recién publicado disco de Imminence, no necesita más que cuatro elementos para ser uno de los mejores del año y convertirse, sin duda, en el más especial de toda su carrera.
La banda sueca, formada oficialmente en 2009 y con una amplia trayectoria a sus espaldas, se ha consolidado en 2021 como una de las más interesantes del mundo del metalcore, y por méritos propios. Aunque con sus tres álbumes pasados -I (2014), This is Goodbye (2017) y Turn The Light On (2019)- el grupo ya había mostrado su dominio de todos los elementos del género, con su nuevo trabajo, que llega de la mano de Arising Empire, Imminence explora nuevos territorios y se eleva a nuevas alturas, llevando todo su talento al siguiente nivel.
En ‘Heaven in Hiding’, todo funciona. Las canciones fluyen en este álbum como los capítulos de un libro, donde cada capa de sonido es una página que merece la pena explorar una y otra vez. Hay muros de ruido, bajos y riffs de guitarra, breakdowns inesperados, una batería agresiva, guturales, cambios de ritmo y preciosas melodías acompañadas de la voz pulida de Eddie Berg, que también se atreve con el violín. El uso de este instrumento en partes estratégicas de algunas pistas -como en ‘Chasing Shadows’ o ‘Temptation’- juega un papel fundamental para añadir aún más profundidad e intensidad a las canciones y para crear una atmósfera melancólica que impregna el álbum de principio a fin.
Y es que si algo no falta en el nuevo disco de Imminence es una buena dosis de emociones: el cuarto álbum del grupo formado por Eddie Berg (voz / violín), Harald Barret (guitarra principal), Alex Arnoldsson (guitarra rítmica), Peter Hanström (batería) y Christian Höijer (bajo) es un trabajo personal impulsado emocionalmente, con letras oscuras y pesadas que hablan de la depresión, de la ansiedad, de la frustración o del mismo alma (como bien se puede escuchar en ‘Disappear’’ o ‘Surrender’) y en el que se hace patente que la banda ha volcado todos y cada uno de sus sentimientos y pensamientos, como si de una catarsis se tratara.
‘Heaven in Hiding’ tiene canciones ‘heavies’, duras y agresivas que sin duda gustarán a los amantes más conservadores del género (imposible no marcarse un ‘headbang’ con los breakdowns de ‘Moth To A Flame’ o de ‘Ghost’), pero también canciones más melódicas como ‘Alleviate’, que funcionan como el contrapunto ideal y que perfectamente podrán atraer a amantes del rock alternativo o del post-hardcore. Un álbum pulido, en definitiva, que supone todo una montaña rusa de emociones, un trabajo de lo más uniforme y sólido y un disco con el que Imminence dará mucho de qué hablar en los próximos meses.