Hacerse un hueco en la industria del pop español no es fácil. Llenar La Riviera, tan solo dos años después de publicar un primer EP, tampoco. Y sin embargo Ginebras, esa banda de cuatro amigas –Magüi (guitarra y voz principal), Sandra (guitarra y segundas voces), Raquel (bajo) y Juls (batería)- que un buen día decidieron ponerse a componer canciones sobre las cosas cotidianas de la vida, han logrado ambas cosas. ¿La clave? Naturalidad, espontaneidad, buen rollito y una propuesta honesta y sin artificios, con diversión a raudales, de esa que tanto se busca después de casi dos años frustrantes de pandemia.
Un popurrí de todo esto fue lo que se vivió ayer en la mítica sala de conciertos madrileña, que durante algo más de una hora se convirtió en una auténtica fiesta liderada por cuatro chicas haciendo lo que más les gusta hacer. Ginebras ha sabido dar con la fórmula para conectar con toda una generación de jóvenes que ayer no pararon de corear y saltar al ritmo de las letras de canciones como ‘La Ciudad Huele a Sudor’, ‘Todas mis ex tienen novio’, ‘6AM’ o ‘La Típica Canción’, que sonaron con fuerza en un recinto engalanado para la ocasión. Mucho confetti, una bola de discoteca a los años 80 y un público entregado acompañaron anoche a la joven formación, que sin duda seguirá dando mucho de que hablar en el futuro.