El Morriña Festival cerró este domingo su primera edición en el Jardín Botánico de O Burgo (Culleredo), por el que pasaron unas 15.000 personas en sus 6 noches de conciertos las últimas dos semanas de agosto. Aunque inicialmente se pretendía celebrar el evento con gente de pie, finalmente la organización decidió mantener al público sentado, con todos los asistentes usando la mascarilla en todo momento, y siguiendo las indicaciones del personal de seguridad y acomodación.
El pistoletazo de salida lo dio el pasado jueves 19 por todo lo alto Nathy Peluso, poniendo difícil lo de quedarse sentado en el sitio manteniendo las restricciones establecidas, pero siempre recordando que «¡aquí se viene a disfrutar!». La argentina presentó su último álbum Calambre (2020) sin parar de moverse ni un segundo con su despampanante traje amarillo ajustado.
La noche del viernes 20 llegó de la mano de Morat y Susana Cala, la hermana de Juan Pablo Isaza, quien no solo hizo de telonera, si no que se unió en el escenario a su hermano y compañía para hacer la parte de Aitana en el tema Presiento. La banda colombiana montó una auténtica fiesta e hizo corear al público con todos los temas seleccionados para el setlist.
Eva Amaral abrió la noche del domingo 22 entrando en el escenario con una bola de discoteca cubriéndole la cabeza. En una sinergia de sus temas más actuales y sus clásicos más populares, el dúo zaragozano acompañado por su banda, regaló a su fiel público una inolvidable noche con una sorprendente escenografía y las emociones a flor de piel, añadiendo a su repertorio una nostálgica versión de Moon River.
La jornada del miércoles 25 estuvo marcada por el pop triunfito de la mano de Chica Sobresalto y Lola Índigo. En primer lugar, la pamplonesa Maialen Gurbindo, abrió la noche con todo su encanto y vistiendo un traje de superheroína. La cantante y bailarina Mimi Doblas, por su parte, derrochó energía dándolo todo desde el primer segundo y sorprendió al público con la canción Spinelli, un tema nuevo que todavía no está incluido en su álbum.
El fin de semana ponía el punto final más indie con la Maravillosa Orquesta del Alcohol el viernes 27 y Love of Lesbian el domingo 29.
La jornada del viernes comenzaba con el trío coruñés True Mountains aportando el lado más punkarra al cartel del evento. Seguidos de la M.O.D.A., el plato fuerte de la noche, que entonaron sus himnos acompañados de sus emocionados fans, a quienes mantuvieron animados toda la noche.
Y el último concierto del festival comenzaba justo a la hora marcada de la noche del domingo con un público coruñés coreando el nombre de Santi Balmes, que no defraudó, haciendo un recorrido por toda su discografía junto a su banda.
Los responsables del evento ya anuncian «una edición por todo lo alto» para 2022 y el alcalde asegura que el festival «ha venido para quedarse», con expectativas de consolidarse como evento de ámbito internacional.