De grandes dimensiones. Un escenario con el mar de fondo. Nubes. Aunque hay estrellas en el cielo de Fuengirola, hay nubes blancas en el escenario. Esto puede significar muchas cosas, pero en este caso solo una: Ya han llegado. Love of Lesbian suena en todo el Marenostrum de Fuengirola para hacer eco con sus canciones. Y así comienza el Festival Luna Sur.
Las siluetas negras comienzan a coger color. Y empieza un sonar ‘Vehn’. La chaqueta amarilla de Santi Balmes ahora está encendida con la luz de los focos. Pero no solo él. El resto de la banda también lo hace. Marc, Jordi, Uri, Ricky, Julián y Dani dan vida a todos los instrumentos que componen esta pandilla tan peculiar.
El pie de micro baila, el público también, aunque sea sentado. ‘Crisálida’ suena con luces rojas. El escenario enciende ahora a quienes han venido a disfrutar de esta noche fugaz. Ni las dos pantallas gigantes de cada lado del escenario pueden asimilar lo que está pasando sobre él. Julián recuerda la última vez que vinieron a Fuengirola, justo cuando Iniesta marcó el gol en el mundial de 2010. Una celebración que dejó ronco a más de uno.
‘Noches reversibles’. Las estrellas están en el escenario. Los brazos del público están en pie, ya que sus piernas no pueden. Medidas de seguridad, por lo que pueda pasar. Lava, naranja y en llamas. Ahora Love of Lesbian está ‘Bajo el volcán’. Y todo el mundo canta esta canción al unísono.
Santi se abre a su público: “Dicen que da mala suerte ponerse una chaqueta amarilla y veo que es todo lo contrario”. Y así comienza a agradecer el acto de valentía que todos los oyentes están haciendo por estar ahí sentados. La ilusión del público aflora cuando la banda bromea con la aparición de Enrique Bunbury. “Y la ilusión que habéis tenido durante esos seis segundos que duraron todo el tiempo”. Así invitan a su público, una vez más, a seguir disfrutando.
“Bienvenidos a 1999”. Y el escenario se adorna en consonancia con este tema tan especial. Una bailarina gira en la ‘Escuela de danza aérea’. El público vuelve a bailar sentado y ahora los colores de los focos están vibrando. Y llega una reflexión. Recuerdan que fue en Málaga donde se encontraron la primera discográfica que les fichó. Y esta canción la dedican a “todos los que creen en lo que tienen justo delante y no lo que tienen en sus pantallas”. Un homenaje a todo aquello que se puede tocar. Y una presentación.
“El mundo, Málaga; Málaga, el mundo ”. Y así esta canción suena al mismo tiempo que la tierra gira al fondo del escenario. Tras varias canciones llega el ‘Segundo asalto’. Ahora el público se ilumina con todas las pantallas de los móviles que están grabando. Todo el mundo canta. Todo el mundo aplaude.
‘Incapacidad moral transitoria’ suena al tiempo que la banda reconoce cómo en ocasiones se pierde la cabeza por deseos carnales. Entonces un llamamiento a la castidad sin éxito se cuela en el escenario. Entre ironías y bromas, Love of Lesbian sigue. Y la chaqueta amarilla de Santi aterriza en el suelo.
Todos los raros fueron al concierto. Así suena ‘Club de fans de John Boy’. Hasta que la pantalla se llena de píxeles. Exactamente lo que sucede ‘Cuando no me ves’, indica Santi. Así esta canción recuerda que, aunque algo no se vea con nitidez en un instante preciso, sí que puede llevarte a revivir momentos emocionantes. Como cuando la televisión se quedaba sin señal cuando eras pequeño. El sombrero tan icónico de la banda ya está sobre la cabeza de Santi.
“Si una gota colma el vaso, otras veces ya es el mar”, canta Santi. El público lo celebra. Y aunque ese mar del que habla ‘Belice’ no se distinga ahora por la oscuridad, sí que se siente. La brisa marina acecha las almas que no paran de cantar. Las luces se guiñan entre rosas y azules.
“Con este concierto queremos despertar a ese pequeño niño que todos tenemos en nuestro interior y que opine sobre vuestro presente”. Así despega ‘El planeador’. De fondo, una noria y un tiovivo. La infancia está en la memoria de cada uno de los espectadores. Fuegos artificiales en cada pantalla. Sin que falten las linternas del público que ahora forma este mar de luces.
Después de más temas y agradecimientos, Love of Lesbian reconoce la “valentía responsable” del público. Al tiempo que esperan haber curado almas con estas horas de concierto. ‘Allí donde solíamos gritar’ va cerrando el momento. Pero es ‘Nudo’ quien termina con este concierto que, seguro, seguirá vivo en muchas de las mentes que ahora le sonríen a la improvisación apagando sus pensamientos. Porque como dijo el Poeta Halley una vez: “Si las palabras se atraen, que se unan entre ellas. Y a brillar, que son dos sílabas ”.
Fotos: Noelia Plaza