Alicante recibió ayer a La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A.) en Muelle 12 con pase doble, uno a las cuatro y otro a las siete de la tarde. Este grupo surgido en Burgos y formado por siete componentes ha conseguido enamorar a sus seguidores durante 10 años, resaltando por sus instrumentos y las influencias del folk, country, punk y rock and roll. Todo dispuesto para empezar, se hacían colas de forma intermitente para conseguir merchandising, hasta que llega el momento de recibir a la banda, que entra en escena vistiendo su característica camiseta interior blanca acompañada de un pantalón y zapatos negros.
Los aplausos y coros a la banda comenzaron tras escuchar los primeros acordes de “93compases”, el primer tema de su último álbum Ninguna ola, disponible desde el 11 de diciembre del pasado 2020. El público enloquece con este gran inicio de concierto. “La Vuelta” empieza a sonar y sus versos “estoy perdido en la vuelta, nadie me aleja de la tormenta” ya se hacen eco en un escenario que deseaba escuchar en directo esas canciones tan recientes. Se asoma “Una Canción para No Decir Te Quiero” y revivimos esa melodía de 2017, también con “Mil Demonios”, que invita a bailar desde nuestros asientos.
Aparecen “Los hijos de Johnny Cash”, esos que van viajando con el viento. Los miembros de esta Maravillosa Orquesta del Alcohol hacen una pausa breve para agradecer el cariño de los presentes y demostrar que se puede hacer cultura segura; resalta el vocalista y compositor del grupo David Ruiz que “da gusto ver a gente con cabeza y sentido común” para que disfrutar de la música pueda ser posible.
Continúan entonces con “Amoxicilina”, otro tema de su álbum ¿Quién Nos Va a Salvar?, como cantan en cada kilómetro, en cada latido. “Un Bombo, una Caja” era de la primavera y de todas las voces que coreaban otro de sus más escuchados, como sus siguientes “PRMVR”, “Catedrales” y “Hay un Fuego”. “¡Vamos Alicante!” grita el cantante y todo el recinto se envuelve en palmas para dar la bienvenida a “La Vieja Banda”.
Nos deleitan con los latidos del acordeón y “Vasos vacíos”, del vértigo a “La Inmensidad” y se escuchan “Barcos Hundiéndose” en un “Colectivo Nostalgia”, versos que se saben de memoria y cantan con el corazón en mano, los momentos más emotivos del concierto. Interpretan ahora temas más movidos con “Los Lobos” y “1932”, volver a volver.
Vuelven a sonar las voces de la gente en “Himno Nacional”, “Nómadas” como Jack Kerouac y con “Gasoline” ya no queda nada para que el concierto llegue a su final; el público pide más. El vocalista David Ruiz en ese momento comenta que “El Camino” no estaba previsto en la setlist, pero tenían ganas de tocarla con nosotros. Tras esa alegría palpante, los chicos de La Maravillosa Orquesta del Alcohol no son neutrales sobre un tren en movimiento y llegan los “Héroes del Sábado”, agrupando un sentimiento con coros que todos repiten: “No te olvides de dónde vienes”.