Tras su álbum debut “21st Century Liability” el mundo cambió para Dominic Harrison, al que todos conocemos como YUNGBLUD. Con su música y su forma de ser, totalmente natural y sin tapujos, con una sinceridad arrolladora, ha conseguido portadas de The Guardian, RockSound o Attitude Magazine. Además, con motivo: “weird!” es su segundo álbum de estudio y por fin ve hoy la luz.
‘teresa’ abre un disco enteramente dedicado al ejército que Dominic Harrison ha conseguido formar en poco más de dos años y en el que, por supuesto, me incluyo. Lo que empieza siendo una nana dedicada a una joven acaba fundiéndose en un piano cuyo único acompañamiento es la voz del artista, que adopta un tono y una apariencia punk.
‘cotton candy’, ‘strawberry lipstick’ y ‘weird!’ fueron algunos de los singles presentados. Y menudos singles; todo lo demás (ambos incluidos) ha supuesto una catarata de éxitos para el británico. Son tres canciones con un título animado, perfectamente bailables.
‘God save me, but don’t drown me out’ fue otro de los primeros adelantos que pudimos escuchar del disco, con un importante mensaje para las personas que sienten que no son suficiente, o que sufren acoso en algún ámbito de su vida, un himno que te llega directo al corazón, luchando contra inseguridades y animándote a creer en ti mismo y en tus decisiones.
‘mars’ supuso para YUNGBLUD una apertura en canal. Su significado detrás es, cuanto menos, conmovedor. Cuenta la historia de una fan transgénero cuyos padres no aceptaban su identidad… Hasta que los llevó a un concierto de Dom y les dijo: “Aquí sí me aceptan, aquí sí quiero estar”. Junto a ese mensaje, ‘mars’ es un todo un himno que habla de la defensa de la comunidad LGTBIQ+ o las injusticias sociales y el cambio climático.
‘superdeadfriends’ recuerda a ‘People’ de The 1975 o a los Beastie Boys, con un sonido más screamo por parte de YUNGBLUD. La sigue de cerca ‘love song’, esa canción acústica que nunca sienta mal a cualquier disco. En palabras del británico, “fui testigo de violencia doméstica en casa. Siempre he sido un niño muy querido, pero mi idea del amor y de lo que significaba enamorarse se fue al traste por eso. Pensé que iba a estar bien por mi cuenta, pero después conocí a alguien, me enamoré y me di cuenta de que había estado engañándome a mí mismo con lo de “estar solo es estar mejor” porque esa persona me demostró lo contrario. No quería escribir una canción sobre enamorarse o sobre que te rompan el corazón. ‘love song’ trata de encontrar tu sitio en el amor, sea con o sin alguien al lado” cuenta para Apple Music.
‘ice cream man’ rebosa de brit-pop. Quizás es la canción a la que, personalmente, le encuentro menos historia de todo el disco, pero es una más directa al montón de “títulos divertidos y dulces” del álbum.
‘charity’ podría haber sido un dueto con un hermano Gallagher, es quizás la canción más pop, donde YUNGBLUD se anima a rapear. Referencias a The Fratellis (en cuanto al sonido) o a The Clash, líricamente hablando: “So I’m lost in the supermarket / Shopping for my sense of self”.
‘acting like that’ junto a la estrella pop-punk en cuestión de meses, Machine Gun Kelly, vio la luz ayer para sorpresa de sus seguidores. Una canción hecha por dos amigos (y qué amigos) con el fin de pasárselo bien, la tercera entrega de esta pareja junto a Travis Barker tras el éxito del primer single ‘I Think I’m Okay’ y la reciente colaboración de ‘Body Bag’ en Tickets To My Downfall.
‘it’s quiet in beverly hills’ la protagonizan su fuerte acento de Doncaster y una guitarra acústica, es la penúltima canción y, aunque ha sido un disco lleno de emociones y mensajes importantes, te deja con ganas de más.
‘the freak show’ cierra un disco redondo, con referencias rítmicas a My Chemical Romance (‘Welcome To The Black Parade’) y a rebosar de cambios a lo largo de toda la canción. YUNGBLUD dijo que quería tener su propio ‘Bohemian Rhapsody’ como Queen. Y lo ha conseguido.
No es punk, no es rock, no es pop. Es todo. Es un álbum sin etiquetas.
¡Escúchalo ya!