The 1975 lo han vuelto a hacer: segundo disco en menos de dos años. Este álbum en concreto pone punto y final a duras jornadas de trabajo y música. Pero no nos despedimos de la banda aún.
A lo largo de su no tan corta carrera, la banda liderada por Matty Healy ha ido poco a poco estirando los confines establecidos para lo que se supone que una banda de rock debería hacer, empezando por no sonar como una, pero tampoco como una de pop ni de experimental… ¿Tal vez alternativo?
La joven activista Greta Thunberg se encarga de abrir el cuarto trabajo de la banda inglesa. Este tema homónimo, en el que Thunberg tiene total protagonismo, trata la lucha por el cambio climático y el futuro de la humanidad, que desde hoy es un poco más alegre gracias a Notes On A Conditional Form (NOACF).
Esta nueva entrega muestra lo versátiles que son las influencias que reinan sobre este disco, además del peculiar proceso de composición de la banda. ¿Pero qué es NOACF para el público? Son 22 canciones desordenadas y despreocupadas que se asemejan al rock y al pop, en la misma medida que lo hacen al R&B, jazz o country. Incluso podemos encontrar guiños al hip hop y a ese garage inglés con el que la banda creció.
People te despierta de la realidad climática para sumirte en otra. Una vez más, es el tipo de canción que te hace dejar de pensar que The 1975 están destinados a hacer únicamente un estilo de música. Instrumentos vivos y más poderosos de lo que estamos acostumbrados a escuchar por su parte, con ese garage-punk tan crudo; todo en conjunto forma una canción que te hace darte de bruces con lo que realmente está pasando en el mundo, y que sólo el ser humano es capaz de cambiar.
The End (Music For Cars) es la primera pieza instrumental que compone NOACF y que a su vez pone fin a una era de The 1975 en la que han tenido tiempo de sacar cuatro trabajos de estudio. En boca del frontman: “Estos cuatro discos, todo lo que hemos construido con ellos hasta llegar a lo que somos ahora; la cultura, los filtros, los tatuajes, los cortes de pelo… Constituían una era”. The 1975 son capaces de todo, pero de momento, disfrutemos con este álbum, que no ha hecho más que empezar.
Muchos han sido los que se han animado a decir que NOACF tiene demasiadas canciones «de relleno», que funcionan a modo de instrumentales. Pero incluso si así fuera, no es un aspecto que para nada perjudica al disco. Son sonidos experimentales que tienen la función de transportar a todo aquel que se quede a escucharlos.
Frail State of Mind fue el segundo sencillo de NOACF. Con ligeros tintes de TOOTIMETOOTIMETOOTIME, se presenta como una canción que explora la salud mental y la acogida por parte del público del álbum previo, momento en el que comenzó a hacerse todo demasiado grande.
Streaming es la segunda pieza instrumental; plagada de sintetizadores, cierto es que muchos han echado de menos la presencia de pads y un ritmo más marcado. De cerca le sigue The Birthday Party, ese tema acústico que debe haber siempre en un álbum. Y The 1975 no se han quedado atrás. Ha conquistado a todos los oídos.
Yeah I Know tiene ese ritmo que echábamos en falta en Streaming. Repleto –una vez más– de pads y sintes, tiene ese aire retro de los ochenta que encajaría perfectamente en un videojuego de la época. Las guitarras en Then Because She Goes junto a la percusión muestran el verdadero sonido de The 1975. Lejos de su álbum homónimo en 2013, es algo más fresco y vivo donde el buen empleo del autotune no le sienta nada mal. Matty no ha estado solo al micrófono; Jesus Christ 2005 God Bless America cuenta con la presencia de la artista Phoebe Bridgers. Juntos exploran la opresión que los colectivos experimentan en pleno siglo XXI (I’m in love with the boy next door / But that’s a feeling I could never show).
Los acordes de Roadkill distinguen a The 1975 del resto con el primero. La voz de Healy se muestra clara, y predomina sobre el resto de instrumentos con los que, a su vez, combina a la perfección. Me & You Together Song representa la juventud y el primer amor hechos canción. Ambas son etapas que pueden no salir como realmente uno quiere, pero el vídeo que acompaña a este tema hace que con The 1975 todo parezca más fácil.
I Think There’s Something You Should Know sólo tiene cabida para un protagonista, esta vez a las teclas, bajo el nombre de Adam Hann. Parece que The 1975 le han cogido el gusto a los sintetizadores y a crear todo tipo de sonidos a partir de ellos. Han sabido crear un tema que tira más hacia el ambiente house, perfecto para escuchar en un chiringuito frente al mar, y sin darnos cuenta, ya hemos pasado la mitad del tracklist.
Nothing Revealed / Everything Denied muestra un cambio de papel en Matty, ¡que ahora rapea! Acompañado de coros, no nos cansamos de los sintetizadores una vez más, que le sientan bien a cada canción por la que pasan. Incluye referencias a letras antiguas (I never fucked in a car / I was lying), quizás a modo de continuación de Love It If We Made It (2018). El estribillo muestra al protagonista al borde de una crisis, necesitado de algo a lo que aferrarse para ver la realidad (Life feels like a lie, I need something to be true / Is there anybody out there?). Todo un himno que una legión de seguidores cantará a pleno pulmón en directo.
Tonight (I Wish I Was Your Boy) tiene esa voz en off característica de algunas canciones de Frank Ocean, pero es Healy quien habla, aparentemente a una chica con la que sueña y que está dispuesta a tener algo más formal con el cantante (She told me, «Some things just take time / How can you be sure if you won’t try?»), que no está seguro del tipo de relación que quiere con ella.
Definitivamente, cada canción en NOACF trata un tema distinto, como si, de manera aleatoria, se hubieran ido sacando de una bolsa. Ahora imagina que estás llegando a una fiesta con tus amigos y de lejos oyes la música. Así empieza Shiny Collarbone, otro de los temas instrumentales. Playing On My Mind da que pensar. Having No Head contiene ese aura de paz; es otra canción más que añadir al saco de experimentales; lo mismo ocurre con What Should I Say y Bagsy Not In Yet.
Incluso si se quitaran esas canciones sin letra, el disco seguiría entregándonos varios clásicos instantáneos de la banda. Quizá esta es una nueva forma de presentar un largo: siete temas con el nivel necesario para ser sencillos y que mantienen esa esencia de The 1975 junto temas incidentales que ayudan a hacer de su escucha una mejor experiencia.
La melodía al piano de Don’t Worry anuncia el final, y el propio título deja ver que, aunque NOACF acabe, vamos a tener The 1975 para rato. El álbum cierra con el último de los sencillos que presentaron el disco, Guys, donde Healy brinda junto a los suyos por todos esos años de amistad, y por los que quedan.
Cada uno de los detalles que forman las 22 canciones de las que se compone el álbum hacen de NOACF un disco curioso cuanto menos: música para una generación sin filtros, con todo lo que ello conlleva.
¡No te pierdas cómo suena!