Después de siete años, un EP, y varios proyectos de los integrantes, The Strokes vuelven pisando fuerte con su nuevo trabajo de estudio “The New Abnormal”, un álbum que prometía devolver la ilusión a los fans, y las expectativas eran altas.
El nuevo álbum se podría describir como un encuentro entre el tercer álbum de la banda “First Impressions Of Earth” (2006), y su último EP “Future Present Past” (2016), dos proyectos con 10 años de diferencia pero que, de alguna manera, contienen algunos rasgos distintivos que también contiene The New Abnormal. Para el nuevo trabajo en cuestión, el productor Rick Rubin dice haber “luchado” para escuchar la voz del cantante Julian Casablancas sin efectos experimentales, como hace con su otra banda The Voidz.
Para los que han estado esperando tanto tiempo y querían un álbum con el que volver a enamorarse de la banda, les complacerá saber que The New Abnormal encapsula fácilmente lo mejor de los cinco en años, pues The Strokes han experimentado con nuevos sonidos interesantes mientras que también han mantenido su esencia reconocible que tantos aman. En el estudio incluso se intercambiaron instrumentos entre los miembros para dinamizar el proceso y confeccionar lo que se nota que es un sonido fresco y único en su discografía.
El comienzo no decepciona con “The Adults Are Talking”, una canción melancólica en sonido que nos introduce a esta nueva era para The Strokes. Esta primera pista del álbum empieza con una percusión electrónica sorprendente para los oyentes hasta que entran las guitarras con las que estamos familiarizados y el bajo, que sorprendentemente toca el batería Fabrizio Moretti, alrededor del cual gira toda la canción.
Tras el final de la canción, en la que se puede escuchar a los miembros en el estudio hablando y preparándose para lo que viene, las guitarras trascienden a la siguiente pista, “Selfless”, una dulce canción que nos presenta a la banda de una manera que nunca habíamos visto. “Please don’t be long, ’cause I want your heart / I don’t have fun without your love / Life is too short, but I will live for you / You’re mucking off, but I will live for you, my selfless love”, canta Julian Casablancas sobre una relación.
Los dos singles principales “Brooklyn Bridge To Chorus” y “Bad Decisions” vienen a continuación, dos canciones que incorporan el sonido reconocible de The Strokes y que fácilmente podría encontrarse en un disco como el quinto de la banda “Angles”. Los sintetizadores de Brooklyn harán moverse a cualquiera y las guitarras de Bad Decisions que esta vez tocan el bajista Nikolai Fraiture y Albert Hammond Jr. nos llevarán atrás en el tiempo.
“Eternal Summer” entra tras estos dos puntos de energía y calma el ambiente con el falsetto que el cantante exhibe durante toda la canción y la instrumentación rítmica pop que nos sitúa en una escena de verano. Esta canción ya se está convirtiendo en una fan favourite.
Si hay una canción que descolocaría a cualquiera que no la haya escuchado antes, es “At The Door”, la que muchos denominan como la rara, ya que está compuesta prácticamente por sintetizadores y la voz del cantante, sin percusión ni guitarras. Y es que, si no la hubieran lanzado como el primer adelanto del álbum, jamás nos hubiéramos esperado una balada electrizante como esta en The New Abnormal. No obstante, esta nostálgica canción sirve de unión entre la primera y la segunda parte del álbum.
Con “Why Are Sundays So Depressing”, la banda retoma el funk que se podía saborear al principio del álbum, pero incorporan uno de sus estribillos más experimentales y psicodélicos hasta la fecha. “Not The Same Anymore” llega para ir cerrando el álbum con una percusión de Nick Valensi y una guitarras melancólicas y que acompañan una historia sobre las acciones pasadas y cómo han afectado las relaciones en la vida del cantante.
Finalmente, The Strokes nos entregan una de sus mejores canciones de su discografía, y sin duda la más adecuada del álbum para cerrarlo. “Ode To The Mets” rememora épocas anteriores en la carrera de la banda y sus épocas en la ciudad de Nueva York, donde crecieron juntos y se juntaron para crear música. La instrumentación ligeramente sintetizada aporta una estética analógica que muchos amarán.
Hay mucho que amar en este álbum. En conclusión, The New Abnormal nos llevará a nuevos territorios manteniendo a la vez el carácter propio de The Strokes que estábamos esperando. Es un soplo de aire fresco que nos ha demostrado una vez más que la banda todavía lo tiene.
