Para la gran mayoría del publico que asistió a este concierto, era la primera vez que veía a Thrice en directo. La banda de California pisó por primera vez España hace ya 15 años para presentar ‘The Artist In The Ambulance’ (2003) y el año pasado hicieron una visita anecdótica en el festival Download de Madrid. No era de extrañar que las entradas para los dos conciertos en nuestro país se agotasen con meses de antelación…
La noche la abrieron la banda feminista de punk rock Petrol Girls, que salieron dispuestos a calentar el ambiente y a difundir su claro manifesto. El publicó de Barcelona desde un primer momento ya estaba calentando motores con “The Sound”, “No Love For A Nation” y “Touch Me Again” y este ritmo no bajó gracias a la presencia de su frontwoman Ren Aldridge. La banda fue muy breve sobre el escenario, pero muy intensa y cargada de poder.
Algo que ya sabíamos todos de antemano era que Thrice no tocarían todas nuestras canciones favoritas, pero tocasen lo que tocasen, el concierto sería increíble. Y así fue. Los de Irvine empezaron a arrancar el motor con “Only Us”, que fue creciendo a medida que avanzaba. Con “Image Of The Invisible” y “Silhouette” el público barcelonés ya estaba haciendo moshpit y crowdsurfing. Con su sonido perfecto e impoluto fueron tocando un repertorio en el que ‘Palms’ (2018), el álbum que venían a presentar, pasó de puntillas. Sin descanso alguno, fueron tocando canciones como “The Arsonist”, “Deeper Wells” y “Doublespeak”.
Dustin Kensrue y los suyos sólo bajaron el ritmo para coger aire unos pocos segundos y para regalarnos himnos como “Of Dust And Nations”, “The Artist In The Ambulance”, “Stare At The Sun”, “Red Sky” o la tremendísima “The Earth Will Shake”. Obviamente, no podía faltar “Hurricane” o “Black Honey”, dos canciones muy queridas por los fans y que forman parte de ‘To Be Everywhere Is to Be Nowhere’, el disco de su retorno en 2016.
En el bis tocaron “Deadbolt”, canción que Dustin presentó como “una canción muy antigua”. Pero fue “Beyond The Pines” la canción que echó el cierre de forma magistral. No hay duda que ver a Thrice tocar parecía un juego de niños para ellos.
Fotografías de Jessica Ferrerons
