Habían muchas ganas de ver a Lewis Capaldi en nuestro país. Y es que después de haber pasado por España como telonero de otros artistas, el escocés por fin ha vuelto con gira propia. Tras su paso por Madrid el lunes, ayer llegaba a la Sala Bikini de Barcelona —con el cartel de entradas agotadas colgado desde hacía meses— para presentar su primer disco de estudio “Divinely Uninspired To A Hellish Extent”, publicado el pasado 17 de mayo.
Empezó con temas como Grace, Forever o Don’t Get Me Wrong que crearon el ambiente ideal para el resto de la noche. Con conversaciones con el público entre canción y canción, Lewis Capaldi, se metió a la sala en su bolsillo a base del humor sarcástico que tanto lo caracteriza. No fueron pocas las veces que, de broma, pidió que el público bajara la energía porque sus canciones son realmente tristes y melancólicas. Incluso cogió algunos móviles y habló por videollamada con amigos de gente del público, a quienes dijo que deberían de haber comprado entrada.
Siguió el concierto con canciones de su álbum debut como One, Maybe, Headspace, Hollywood y Fade. Aunque no se olvidó de algunas de sus canciones más antiguas —y aclamadas— como Mercy, Bruises o Lost on You. La verdad es que el público lo dió todo en cada una de las canciones.
Hold Me While You Wait y Someone You Loved fueron los temas que pusieron broche a la noche. Dos de sus singles más conocidos y con los que terminó una noche mágica. Todo el mundo coreó a todo pulmón ambos temas de principio a fin. Así, después de agradecer al público todo su apoyo este último año, el escocés cerró un concierto de una hora que nos dejó a todos con ganas de más.
Lewis brindó un show redondo, en el que volvió a demostrar porqué es uno de los cantantes más aclamados del panorama musical actual. La sala no dejó de cantar en ningún momento y su paso por Barcelona fue así de especial.