Había muchas ganas de ver a Blackbear en Madrid después de que el famoso rapero cancelase su concierto del pasado domingo en Barcelona… y el artista se hizo de rogar. El cantante estadounidense se presentó en La Riviera madrileña con veinte minutos de retraso, en medio de una gran expectación que dio paso a la locura cuando el cantante saltó al escenario.
Con sus canciones más pegadizas el artista se metió al público en el bolsillo, asegurando que a pesar de ser una audiencia reducida -no consiguió llenar la sala-, nunca había visto una energía igual. Lo cierto es que los fans acompañaron al rapero en todo el concierto, coreando sus profundas letras sin dejar de saltar ni un solo momento, enseñando pancartas de apoyo y elevando sus móviles al cielo. Gucci linen, chateau o hot girl bummer sonaron con fuerza antes de un set acústico con One sided love y Idfc, en el que el rapero demostró que además de ritmo, tiene voz y energía para rato.
La mezcla de estilos (rap, hip hop, trap, r&b) que ha hecho tan famoso a Blackbear hizo que el concierto fuera de lo más dinámico y que se pasara, literalmente, volando. Con Make daddy proud y Do Re mi, probablemente su canción más aclamada y que más juego da en directo, el rapero cerró un concierto de una hora que, por qué no decirlo, nos dejó con ganas de más.