Para entender el fenómeno del Arenal Sound hay que vivirlo. En la que ha sido su décima edición, el festival de Burriana se ha vuelto a consolidar como el más alocado y desenfrenado de toda España, con 300.000 asistentes en seis días de conciertos en los que ha predominado el trap, el reggaeton y los grupos nacionales, pero en el que han destacado por encima de todo estrellas mundiales como Martin Garrix o Thirty Seconds To Mars.
Aunque para muchos de los jovencísimos asistentes a esta décima edición la música era lo menos importante, ésta ha conseguido terminar predominando gracias a algunas actuaciones memorables que quedarán para la historia del festival. Después de dos días de pre-party y una jornada -la del jueves 1, que sirvió para calentar motores-, el festival desplegaba toda la artillería pesada el fin de semana.
El viernes fue el día de la música en español. Rayden se encargó de abrir la tarde con su rap cargado de mensajes reivindicativos, en un set de lo más intenso en el que también estuvo el madrileño Meriyama.
Zahara y Pignoise tomaron el relevo para ofrecer un anochecer mágico. La primera derrochó dulzura con los temas de su álbum más reciente, Astronauta, mientras que la banda liderada por Álvaro Benito aportó el toque rockero al día en un concierto de lo más divertido en el que no faltaron temas míticos como Te entiendo, Nada que perder o Todo me da igual, que fueron coreados por más de 20.000 personas.
Dorian fue la gran sorpresa de la noche, saltando al escenario principal poco antes de las 22:00 para ofrecer todo un espectáculo de luces y sonido. La banda de Barcelona puso a saltar y a cantar al público con canciones como A cualquier otra parte, Duele o el inspirador Cometas, antes del cual la banda hacía una pausa para animar a todos los jóvenes a perseguir sus sueños. La tormenta de arena sonaba de forma épica en último lugar, para cerrar un concierto espléndido por todo lo alto.
Anitta tomaba el relevo con su funky brasileño. La cantante de reggaeton mantuvo al público enganchado durante hora y media de show en el que sonaron algunos de sus temas más fiesteros, como Fuego o Bola Rebola; todo acompañado de un cuerpo de baile y unas coreografías a la altura de las grandes divas del pop.
La noche la cerraba entre gran expectación Martin Garrix, al que hubo que esperar hasta las 5 de la mañana. El considerado mejor DJ del mundo, si bien es cierto que no estuvo tan activo como se le recuerda -por su reciente lesión de rodilla, principalmente- ofreció un set redondo en el que no faltaron temazos como Animals, Pizza o In the name of love, todo con una buena dosis de fuegos artificiales, confetti y luces de neón. Ver amanecer con su música de fondo será algo difícil de olvidar para muchos.
El sábado prometía ser igual o mejor que el día anterior. Carolina Durante logró reunir a una importante masa de público a partir de las 20:30 de la noche -es lo que tiene ser uno de los grupos de moda- con su rock rebelde y sus canciones provocativas, preparando el ambiente para una de las joyas de la noche: Vetusta Morla.
El grupo madrileño sigue demostrando actuación tras actuación por qué es el más importante del panorama español. En su potente directo, liderado por un incansable Pucho que incluso bailó entre el público, la banda encontró un hueco para realizar una oda a favor del amor y de la música, invitando a los jóvenes asistentes a llenar también salas pequeñas y a apostar por bandas emergentes.
Pero lo mejor todavía estaba por venir: Thirty Seconds To Mars saltaba al escenario a las 0:45 y desataba la total locura entre la multitud a ritmo de Up in the air. El grupo liderado por Jared Leto, caracterizado por sus himnos de estadio, no se dejó ni un solo temazo por tocar en un concierto apoteósico al más puro estilo hollywoodiense.
This is war, Closer to the edge, Hail to the victor o The Kill sonaron con fuerza en medio de mucho confeti, globos e hinchables, fuegos artificiales y fans enfebrecidos que pudieron subir al escenario a conocer y a bailar junto a sus ídolos. Un concierto memorable que sirvió para cumplir muchos sueños de los presentes allí.
El domingo fue el día del trap. Ayax y Prok – tras pasar por el juzgado por una de sus letras, Toteking, C Tangana o los exitosos Natos y Waor -uno de los tándems más sólidos del mundo del rap que ha conseguido triunfar a través de internet -se sucedieron para inundar el Arenal de ritmos urbanos, mensajes sociales y rimas provocativas.
La noche -y el festival- la cerraba Don Diablo, con un set de electrónica de lo más salvaje y un espectáculo de fuegos artificiales que iluminaron Burriana al amanecer. Un broche de oro para una edición -el 10º aniversario- que muchos tardarán en olvidar.