El jueves 18 de julio volvíamos a estar en Benicassim para el FIB, para disfrutar las 4 jornadas de esta especial edición en su 25º aniversario. Cada verano es uno de los festivales más solicitados e importantes del país, tanto para españoles como para los británicos, quienes han supuesto un 60% y 40% de asistentes respectivamente en esta última edición.
En cuanto al recinto destacar que se notaba bastante más vacio en general en cuanto a ediciones anteriores, tanto a nivel de asistentes como también puestos de comida o “atracciones”, notándose el descenso de asistentes que ha pasado de 168.000 en la edición anterior a a penas 114.000 fibers en su vigésima quinta edición. Sin embargo, un punto que nos gustó mucho fue que el festival apostó por la sostenibilidad, cobrando los vasos de plástico y animando a las personas a traer vasos/botellas reutilizables, también con fuentes de agua por el festival. Por su parte, gracias a la Cruz Roja se instalaron dos puntos violetas como espacios para la información, atención e intervención para cualquier persona que sufra violencia sexual o LGTBfobia.
A pesar de que el primer día del festival contaba con un notable descenso de artistas (de 27 bandas en 2018 a los 11 de la edición actual) y un único escenario abierto, el FIB hizo su magia de siempre, empezando con artistas como Marina con quien era inevitable bailar al ritmo de Primadonna o más tarde la banda irlandesa Kodaline, quienes tocaron clásicos como All I Want y Love Like This, finalizando con una lluvia impresionante de confeti durante High Hopes. Sin embargo, el plato fuerte de la noche fue Fatboy Slim, el DJ británico y productor que adquirió fama sobre todo en la década de los 90, conocido por ser pionero en el género big beat, que animó este primer día algo “flojo” con el ritmo de su hit de Right Here, Right Now.
El viernes volvíamos al festival con más ganas que nunca, este día llegaba el turno de bandas como The Hunna, Superorganism, The 1975 y Lana del Rey, además de que ya se podía disfrutar de los tres escenarios además de South Beach, un escenario de DJ’s que no descansa. Superorganism pisó el escenario con una explosión de color, bailes, movimiento y psicodelia, dando una buena actuación.
The Hunna no decepcionaron y el grupo de rock de UK consiguió una gran aceptación sobre todo por parte del público británico, quienes no tardaron en cantar a todo grito o hacer pogos con canciones como Babe, Can I Call?, She’s Casual o Bonfire. Entre The Hunna y The 1975 pasamos a ver a Gerry Cinnamon. El cantoautor escocés mueve claramente a masas, sobre todo entre el público inglés y es muy bien recibido con su guitarra y letras que son brutalmente honestas.
A continuación llegaba en nuestra opinión el plato fuerte de la noche: The 1975. Se notaba en el aire el ansia que tenía el público de disfrutar del grupo británico, quienes ya han pasado dos veces por el FIB, en 2014 y 2016 respectivamente. Un concierto lleno de los típicos outfits retro, colores pastel y bailes conocidos de Matt Healy que tenia al público entregado, tocando desde sus temazos del último álbum como TOOTIMETOOTIMETOOTIME, Love It If We Made it has los clásicos Chocolate, Sex y acabando con The Sound.
Antes de Lana del Rey disfrutamos de Mavi Phoenix, cantante de grime que nos sorprendió gratamente, y uno de los platos más fuertes a nivel nacional, La M.O.D.A, donde a pesar del solape que hacían con The 1975, su sonido de folk-rock en castellano consiguió atraer a parte del público y desde luego que fueron un acierto por parte de la organización del festival.
La noche se cerraba con la actuación de Lana del Rey, un concierto muy esperado debido a ser su única fecha en España. A nosotros se nos quedó bastante corto y nos pareció un cabeza de cartel bastante flojo ya que no cualquiera puede aguantar una hora y media de baladas por muy bonitas que sean. No obstante, destacamos una gran escenografía completa con tumbonas y columpios y la característica elegancia de la cantante neoyorquina quien como siempre, dedicó el final del concierto a acercarse a los fans que habían en primera fila a firmar autógrafos y hacerse selfies con ellos. Un concierto muy bien vivido desde cerca por sus fans, pero un aburrimiento visto de lejos y por un público neutral.
El sábado arrancaba con el grupo español Kokoshca quienes a pesar de abrir el escenario principal a unas horas inaguantables por el calor y sol que pegaba aun consiguieron un público numeroso a quienes entregaron sus temas con muchas ganas. Después uno de los más esperados del día, tocaba el grupo inglés You Me At Six que como no podía ser de otra manera, no tardaron en tener a todo el público saltando, bailando y haciendo círculos de pogo, atrapando a su fiel público británico pero también consiguiendo muchos nuevos fans entre el público español con sus canciones como Lived a Lie, Underdog o Take on the World.
El escenario principal seguía con bandas como Blossoms con su característica mezcla de pop sintético, indie y R&B, que sin lugar a duda funciona muy bien entre sus fans. Al mismo tiempo pudimos disfrutar de dos de los grupos más importantes a nivel nacional como son Belako y Carolina Durante. Por su parte, consideramos que Belako siempre son un acierto ya que con ese sonido post-punk que tienen consiguen enganchar fácilmente al público. Por su parte, Carolina Durante, que parece que de la noche a la mañana consiguieron una gran fama y se encuentran en casi todos los carteles de los festivales nacionales, dejaron claro que tienen ya un gran número de fans fieles que cantan a todo pulmón sus temas como Cayetano o Perdona (Ahora Sí Que Sí).
Más tarde tocaban los cabezas de cartel de la noche Kings of Leon, quienes desafortunadamente coincidían con Jess Glynne, una favorita entre el público británico. Con Kings of Leon nos pasó un poco al igual que con Lana del Rey, indudablemente son “un grupo importante”, con grandes hits como Use Somebody o Sex on Fire que pueden conseguir animar a cualquier público y tener a todos cantando y bailando. Aunque el concierto fue bueno, exprimiendo a más no poder su discografía, si no eres un fan incondicional, la parte central del concierto se te puede hacer un poco monótono y largo. Finalmente, debido a la cancelación de última hora de Bakermat, nuestra noche terminó con el rapero londinense AJ Tracey.
El último día del FIB había llegado muy rápido, nuestro domingo comenzó con las chicas de Cariño quienes van consiguiendo mayor importancia a nivel nacional gracias a sus canciones pegadizas como Bisexual o su nuevo single Canción De Pop De Amor. A pesar de tocar a las 20h de la tarde, cuando la mayoría de fibers aun están descansando, consiguieron una importante afluencia de público español, aunque creemos que les faltaba conexión con su público. A continuación disfrutamos del indie ochentero con toques de punk de Ezra Furman, con una puesta en escena que rompía con los roles y estereotipos de género, aunque no consiguieron enganchar del todo el público, destacó su tema de la banda sonora de la serie Sex Education, Love You So Bad.
Una grata sorpresa de esta edición fue George Ezra, con el joven inglés haciendo casi de cabeza de cartel ante la decepción de Vetusta Morla, consiguiendo animar un público apagado y demostrando que no solo tiene una buena voz, sino que también sabe conectar con su público mas allá de sus hits como Budapest o Shotgun. El domingo también fue el turno de otro grupo español de importancia actual como son Cupido, jugando con el auto-tune, letras directas y una cercanía con el público que hizo un buen concierto disfrutado por el público español.
Uno de los habituales del FIB, Franz Ferdinand, actuaban por 12ª vez en Benicassim, como reconoció el propio Alex Kapranos. Fue un directo impecable lidiado por el showman Alex Kapranos, que consigue captar a todo el público y que son recibidos siempre con los brazos abiertos por todo el mundo. Cerraron el festival por todo lo alto con sus hits como Do You Want To y el clásico Take Me Out. Y menos mal, porque tenemos que decir que nos dejó un sabor agridulce el domingo, ya que creemos que no se hizo justicia al gran cierre que suele tener el festival con la actuación de Vetusta Morla de cabezas de cartel, con un concierto poco animado que disfrutaron los pocos nostálgicos que revivieron su primer disco Un Día En El Mundo, interpretado al completo (no en orden) por su décimo aniversario. Una apuesta que no salió bien y dejó bastante vacío el escenario principal.
Fotos: James Lomax
Crónica: Helaina Harvey