Insuperables. Esa es la palabra que podría resumir los conciertos que dieron Twenty One Pilots el pasado viernes y sábado en Bilbao y Madrid, donde estuvimos presentes. La banda estadounidense, presentaba su quinto álbum de estudio “Trench”, publicado hace ya unos meses. Ha sido su primera vez en España, dentro de la gira The Bandito Tour.
Las luces del estadio comenzaron a apagarse y nuestros oídos comenzaron a retumbar de inmediato por el puro poder de los gritos de la multitud. Una gran lona que tapaba el escenario cayó en seco y apareció Twenty One Pilots asombrando a la multitud. La banda tocó esa noche durante más de dos horas, lo cual es realmente admirable. Lograron reproducir casi todas las pistas de su nuevo álbum “Trench”, además de cubrir los clásicos de sus álbumes anteriores. Temas como “Jumpsuit”, “Levitate” y “Fairly Local” comenzaron a hacer ruido por todo el recinto, con varios cambios de escena y con Tyler moviéndose desde el escenario a las gradas y de las gradas a la parte trasera de la pista en un reducido escenario rodeado por el público, para interpretar “Neon Gravestones”, “Bandito” y “Pet Cheetah” junto a Josh.
Continuaron con el mítico “Holding On To You” con voltereta de Josh incluida, seguido de un impresionante “drum battle” de Josh en la vida real contra él mismo en forma digital en las enormes pantallas. No creo que haya visto a una banda tan comprometida con hacer un buen espectáculo como Twenty One Pilots. Más himnos como “Ride” o “Car Radio” fueron dando lugar al encore.
Durante todo el show nunca hubo un silencio, excepto cuando llegaba el momento del “Quiet Game”, un juego en el que cada noche desafían al público a quedarse callado durante el máximo tiempo posible. El récord estaba en algo más de 5 segundos y Madrid consiguió el segundo puesto con 4:50. Las últimas de la noche fueron “Chlorine”, “Leave the City” y un épico “Trees”, de nuevo con los tambores sostenidos por el público, algo especial para los fans y habitual en sus conciertos. Y toda una generación a sus pies, dispuestos a todo por este par de chicos que se despiden entre la caída de los millones de papeles que caen del techo, como una lluvia de estrellas.
Crónica: Vicky Lefebvre
Fotos: James Lomax