Este año ha venido una vez más cargado de grandes discos, que hemos querido repasar, seleccionando nuestro top 20, con variedad de géneros desde rock hasta pop, indie, punk, electropop…
- The 1975 – A Brief Enquiry To Online Relationships
La banda de Manchester ha llegado a lo más alto del panorama musical británico con este tercer disco, el más experimental, metiéndose de lleno en temas políticos, de emociones y relaciones de nuestro tiempo, considerado por grandes medios como NME como “la respuesta milenial a OK Computer” de Radiohead. Es un álbum único, complejo, que engloba distintos estilos musicales, que demuestra Matty Healy ha madurado y muestra consciencia de sí mismo y su observación del mundo que le rodea, que viene de su tiempo en terapia.
- Don Broco – Technology
Technology es un álbum arriesgado y más diverso que sus anteriores trabajos, un soplo de aire fresco. No es un álbum muy cohesivo pero tampoco tiene canciones de “relleno”, sería difícil descartar algún tema o elegir alguna destacada sobre las demás, sin duda su mejor y más completo trabajo hasta la fecha, y quién sabe dónde está el límite para Don Broco, que ya llenan los recintos más grandes del Reino Unido con su nueva gira.
- Trophy Eyes – The American Dream
The American Dream es el tercer album publicado por estos australianos, en un periodo en el que America está pasando precisamente una de sus peores pesadillas, escrito por Josh Floreani tras embarcar a Texas en 2016. Una colección de canciones con voces y coros limpios, frescos y sin cinismo. Ha habido una gran evolución en el sonido de la banda que les ha beneficiado y sin duda han creado uno de los mejores discos del año.
- You Me At Six – VI
El sexto álbum de You Me At Six es dinámico y más variado, con influencias del pop e indie mezclado con su sonido clásico de rock. Las voces melódicas de Josh Franceschi y los coros épicos de los estribillos de algunos temas y la experimentación en otros como “I O U” con un sonido funky o el uso los sintetizadores, hacen un trabajo muy completo.
- Marmozets – Knowing What You Know Now
Los brit-rockers encabezados por la vocalista Becca Macintyre dan un salto adelante con su segundo álbum producido por Gil Norton (Foo Fighters, Pixies), cuatro años después de su debut “The Weird And Wonderful”. Sus letras rebeldes y pegadizas y sus riffs con garra son más directos, frente a la complejidad de su debut. Tampoco tienen miedo de jugar con su sonido, en temas como “Run With The Rhythm” o “Insomnia”.
- Pale Waves – My Mind Makes Noises
Tras publicar previamente un EP de cuatro canciones, ha llegado a lo grande el debut en formato largo de esta banda de synth/dream pop de Manchester, producido por Matty de The 1975, contiene temas emocionantes y ya clásicos del indie como “Noises”, “Eighteen” o “Television Romance”.
- Boston Manor – Welcome To The Neighbourhood
Estos británicos han evolucionado desde el pop-punk de su primer álbum a un rock alternativo más pop y electrónico, con ambiente dramático y riffs de guitarra pesados, al estilo de Tom DeLonge en The Dream Walker. Un álbum dinámico que muestra la expansión y libertad del sonido de Boston Manor y su capacidad para crear grandes canciones.
- Twenty One Pilots – Trench
Posiblemente Trench, estrenado en octubre, sea el mejor álbum de Twenty One Pilots hasta la fecha. Lo nuevo del dúo estadounidense, que no lanzaba material nuevo desde 2015, es un disco maduro que fusiona reggae, rap, hip hop y ritmos electrónicos junto con unas letras profundas –sobre temas como la depresión o el peso de la fama- que según el propio Tyler Joseph, reflejan su propia introspección.
- Idles – Joy as an Art of Resistance
Sacar un álbum tan solo un año después del debut puede que no sea la mejor idea, pero Idles han conseguido superar su primer trabajo, considerado como un disco necesario para todos los amantes del punk rock (a pesar de que la banda desprecia esa etiqueta). Justamente por eso, había mucha presión por la realización del segundo álbum, intentando incluso repetir la misma fórmula que el debut. Afortunadamente, desecharon su material por lo que se convertiría en Joy as an Act of Resistance, uno de los mejores álbumes de 2018.
- Alkaline Trio – Is This Thing Cursed
Tras cinco años y el paso de Matt Skiba por la banda pop-punk Blink-182, el trio de Chicago vuelven con Is This Thing Cursed?, una oda punk-rock a todos aquellos fans old school con ciertos toques nostálgicos que recuerdan a sus mejores trabajos, pero sin dejar a un lado la originalidad.
- Architects – Holy Hell
Considerado el mejor álbum metal del año, los maestros del metalcore de Brighton han creado otro clásico del género. El octavo trabajo de estudio de Architects es el primero que llega tras la trágica y repentina muerte de su guitarrista y principal compositor Tom Searle. Han vuelto de forma explosiva y han plasmado la tristeza y rabia de la situación, asegurando que el legado de Tom continúe, incluyendo además trozos de sus demos, notas de voz y riffs en los que había estado trabajando.
- CHVRCHES – Love Is Dead
Los de Glasgow liderados por la cantante Lauren Mayberry han refinado su synth-pop, trabajando con el productor Greg Kurstin en este tercer álbum. “Love Is Dead” se pregunta si el amor merece la pena ser salvado otra vez en estos tiempos oscuros en política.
- Mike Shinoda – Post Traumatic
Post Traumatic fue concebido por Mike Shinoda como un trabajo para canalizar la pena y superar la pérdida de Chester Bennington, su compañero en Linkin Park. ¿El resultado? Uno de los discos más íntimos y honestos de 2018 que ha lanzado al artista no sólo como rapero, si no también como compositor y productor. Con colaboraciones de cantantes como Chino Moreno o Machine Gun Kelly, el álbum supone toda una montaña rusa de emociones y pone de manifiesto que hip-hop, trap y pop-rock pueden combinar a la perfección.
- Metric – Art Of Doubt
Los canadienses se juntaron con Justin Meldal-Johnsen, quien produció los más recientes trabajos de bandas como Paramore o Jimmy Eat World entre otros, para la creación de su septimo álbum de estudio. Art of Doubt apuesta por un sonido más acústico en el que destaca la compenetración de la voz de Emily Haines y las cuerdas de James Shaw y Joshua Winstead.
- The Story So Far – Proper Dose
Los californianos han ampliado su sonido más allá del pop-punk con este “Proper Dose”, con destellos de britpop en temas como “Keep This Up” o “Upside Down”, y temas más brillantes que en sus anteriores trabajos.
- Muse – Simulation Theory
El que es el octavo álbum de Muse es todo un homenaje a los años ochenta y su característica estética. Con un sonido retro lleno de sintetizadores y detalles electrónicos, la banda británica ha vuelto a sorprender –para bien- con un disco que incluye temas sutiles como “Something Human” pero también temas de estadio como “The Dark Side” y “Thought Contagion”.
- Basement – Beside Myself
Desde su debut en 2011, los británicos Basement han tenido una evolución interesante. Con su anterior trabajo en 2016, Promise Everything, relanzado en versión deluxe tras firmar con Fueled By Ramen, demostró que el grunge/emo no ha muerto. Beside Myself, sin embargo, pule su sonido con canciones que recuerdan a bandas como Jimmy Eat World.
- Soccer Mommy – Clean
Sophie Allison, también conocida como Soccer Mommy, sorprende con su “álbum debut” con una mezcla de indie-rock/pop. Clean está compuesto de 10 canciones preciosa y honestamente compuestas en las la propia Allison lucha contra el auto desprecio, pero sale adelante identificando y sintiéndose orgullosa de sus cualidades y logros.
- Florence & The Machine – High As Hope
Florence Welch mira hacia el pasado, su juventud y de dónde ha venido en su cuarto álbum, que es sencillo y sutil, adoptando la noción de que menos es más. Esta es la Florence más orgánica y natural, sin una gran producción ni riesgos, mostrando la belleza de sus sentimientos y su verdad.
- Interpol – Marauder
Interpol es una banda que puede presumir de haber publicado uno de los mejores álbum debut del rock alternativo. Pero, justo por eso, el resto de sus trabajos son injustamente comparados a este. Marauder sigue el camino comenzado por su anterior álbum, El Pintor, con un sonido más ambiental y emotivo. Paul Banks sigue con un vozarrón que se pierde en la distancia de unos riffs hipnóticos por parte de Daniel Kessler.