El pasado 9 de mayo tuvo lugar en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias de la Información la tercera edición del DCODE Lab para fomentar el desarrollo y llevar a cabo la realización de actividades para crear y estrechar lazos entre los universitarios y la música, algo fundamental en el día a día. Las tres sesiones estuvieron presentadas y moderadas por profesores de la Universidad Complutense de Madrid; contaron con la participación de profesionales relevantes de la industria musical y de los medios de comunicación.
En la segunda sesión estuvieron presentes Fernando Neira (El País), Luis J. Menéndez (Mondosonoro), Tomás Fernando Flores (Radio3) así como la periodista musical Beatriz Viloria (Musicópolis/Musicazul) y el músico Willy Naves. Con la ayuda de Héctor Fource (profesor de musicología en la UCM) y Mara Torres (periodista/RTVE), que se encargaron de moderar la mesa, los invitados debatieron sobre la crítica musical y del papel del crítico a día de hoy.
Comenzaron abriendo el debate con la afirmación de Kant en su obra La crítica de la razón pura, donde dice que todo ha de someterse a la crítica. El trabajo de los críticos y periodistas sigue siendo relevante a día de hoy, pues si no mereciera la pena, la gente se dedicaría a otra cosa. Como responsable de Radio3, Tomás Fernando afirmó que su papel era apoyar la música, y con la incorporación de nuevos géneros y artistas a su emisora, han conseguido multiplicar por cuatro su audiencia.
“Hablando de audiencia, cada vez hay más gente pendiente de que determinado grupo o artista saque algo nuevo, y cuando lo hace, se da pie a una avalancha de opiniones y críticas de todo tipo” afirma Willy. Beatriz narra desde su experiencia que ese es uno de los trabajos del periodista. “Muchas veces se acreditan a los periodistas para que vayan a conciertos y la gente dice: “¡hala, eres periodista, vas gratis a los conciertos!” cuando muchas de las veces no es así. Vas al concierto, sí, pero vas a hacer tu trabajo, y eso no es algo que la gente tenga claro hoy en día” se quejaba Beatriz.
En el concierto que ofreció la banda canadiense Arcade Fire el pasado mes en Madrid se escribieron muchas críticas, algunas malas porque se dice que el concierto no fue lo esperado. Luis declaraba que por muchas críticas que hagas, sean del tipo que sean, una vez escritas y pasadas dos días ya han sido olvidadas, pero si se toca una canción y algo sale mal, las canciones perduran un tiempo hasta que la gente se olvida de ellas y de cómo hayan sido interpretadas; perduran más aún cuando hay plataformas digitales como las de hoy en día.
Al hablar sobre críticas destructivas, Mara Torres planteó la cuestión de la indiferencia. “Posiblemente es lo que más daño les hace (a los artistas)” afirma Luis. Por otro lado, Beatriz declaraba que nunca ha entendido la crítica destructiva. “Si en algún momento he tenido que decir algún aspecto negativo de un festival, como la organización, es cuando veo más necesaria la crítica constructiva para que se pueda mejorar” contaba.
Se acerca la hora de cerrar el debate cuando surge en la mesa el tema del fenómeno Operación Triunfo y el público sonríe. “Cuando fui al concierto de Operación Triunfo y tuve que hacer una crítica, la hice negativa constructiva” relata Fernando. “En parte estuvo mal porque Vistalegre es un recinto que no tiene muy buena calidad de sonido, cosa que incluí en la crítica y que afectó a las actuaciones. OT es un fenómeno que se ha desbordado; está más allá de los temas que tratamos y es un estilo diferente”.
Para acabar, Beatriz aconsejó que, al hacer una crítica, si acudes al concierto de alguien que no conoces o que no te gusta, se debe contar lo que está pasando y cómo vive eso la gente. En cambio, si es alguien a quien sigues y que conoces, se puede comparar su actuación con otras pasadas, decir si han tocado alguna canción de manera distinta a las otras veces, etc.